18. ¿Quién podrá desenredar y aclarar esta retorcidísima y enredadísima complicación de nudos? Ciertamente que está fea y horrorosa; no quiero mirarla ni tampoco verla. Sólo a Vos quiero atender y mirar, justicia e inocencia cuya hermosura y pureza roba la atención de las almas castas; a Vos, que las embriagáis con tales delicias, que saciándose con ellas, nunca quedan hartas. En Vos es donde se halla perfectísimamente el descanso y la vida perpetua e inalterable. Los que entran a ser participantes de ella, entran en la alegría de su Señor, sin tener ya que temer ni que desear, pues se hallan sumamente bien en el Bien sumo.
Yo me aparté de Vos, Dios mío, y anduve errante y descaminado, muy lejos de vuestra firmeza y estabilidad, durante mi juventud; y de este modo llegué a hacerme a mí mismo una solitaria región y país desierto, donde reinan la pobreza y la necesidad. |