Llora amargamente el año decimosexto de su edad, en que, apartado de los estudios, estuvo en su casa y se dejó llevar de los halagos de la lascivia, y se entregó a una vida derramada y licenciosa
Capítulo I
De su adolescencia y vicios de aquella edad
Capítulo II
Cómo a los dieciséis años se entregó a amores impuros
Capítulo III
Del viaje que hizo a Cartago para continuar allí sus estudios y de los intentos de sus padres en orden a esto mismo
Capítulo IV
De un hurto que hizo en compañía de otros
Capítulo V
Que ninguno peca sin algún motivo
Capítulo VI
Que todas las cosas que nos incitan a pecar con apariencia de bien, solamente en Dios es donde son verdaderos y perfectos bienes
Capítulo VII
Da gracias a Dios porque le ha perdonado sus pecados y porque le ha preservado de otros muchos
Capítulo VIII
El gusto de obrar mal en compañía de otros fue lo que le movió a hacer aquel hurto
Capítulo IX
De lo perjudicial y contagiosa que es la mala compañía
Capítulo X
Que todo el bien está en Dios
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