Cuando te traigo juguetes de colores, hijo mío, comprendo por qué hay ese juego de colores en las nubes, en el agua, y por qué las flores están pintadas en tonos — cuando te doy juguetes de colores a tí, hijo mío.
Cuando canto para hacerte bailar, yo realmente sé por qué hay música en las hojas, y por qué las ondas envían su coro de voces al corazón de la tierra que escucha — cuando canto para hacerte bailar.
Cuando traigo cosas dulces a tus codiciosas manos, sé por qué hay miel en la copa de la flor, y por qué las frutas están secretamente llenas de dulce jugo — cuando traigo cosas dulces a tus manos codiciosas.
Cuando beso tu cara para hacerte sonreír, mi amor, yo entiendo sin duda el placer que mana del cielo en la luz de la mañana, y el deleite que la brisa del verano trae a mi cuerpo— cuando te beso para hacerte sonreír. |