Qué descaro decir que amas a alguien
Cuando tan negligente eres contigo;
Di si quieres que muchas te desean,
Pero es más que evidente que no amas.
Pues un odio tan cruento te domina
Que atentas sin piedad contra ti mismo
Y entregas tu morada al deterioro
En vez de preservarla dignamente.
Cambiaré de opinión cuando tú cambies
Y el dulce amor, no el odio, sea tu huésped
Sé igual que tu figura, amena y grácil,
O al menos sé gentil con tu persona.
Por mi amor, tu imagen multiplica,
Y en ti perdurará, o en lo que es tuyo. |