Este año debido al calor y a la ventana abierta, ya se alebrestaron las ardillas y se adelantaron a venir. Precisamente, en estos momentos sus curiosas caritas ya se asoman por la ventana, ansiosas por conversar.

Oscar es el nombre de él y Melisa, el de ella. Ellos son una pareja que viven en el árbol de Maple que está al fondo del patio, colindando con el del vecino.

Melisa es muy, pero que muy bella…con su pelo rojizo y sus dos grandes cachetones blancos, que siempre parecen estar que se revientan de semillitas y nueces que la vecina Doña Josefa les echa. Sus ojos son inmensamente grandes, con largas y tupidas pestanas que le dan el aspecto de estar siempre, siempre azorada. La pequeñísima y roja boquita, se ríe ja, ja, ja, ja, picarescamente y mientras abanica sus pestañas nos muestra graciosamente sus blancos y hermosos dientes.

Melisa es regordeta, saludable, siempre lleva bien agarrada en sus manitas, la bellota que seguramente ha recogido en el patio de la vecina de al lado.  Oscar a su vez es muy serio, muy callado, y mira a Melisa, con mucho amor, su mirada lo delata.

En este día el comentario era de altura, ya el verano iba de retirada y la comidilla del barrio tan serio y tan callado era nada más y nada menos  que Tomasito, el aristocrático gatico a quien todos aman, pero nadie sabe de dónde vino, porque nadie sabe a cuál de estas casas ėl pertenece… ¡Él es un misterio!

El porte de Tomasito, es elegante  y se sienta de una forma que demuestra  haber sido  domesticado y educado con mucha fineza; no es atrevido, pero sí muy amistoso y en sus ojos de color ámbar, transparentes y luminosos como cristales de Zwarosky, siempre, pero siempre, siempre ¡hay una súplica, él pide solamente amor, …cariño!

Tomasito al ir y venir, por el barrio, con sus acciones, se ha ganado el respeto y la estimación de todos los vecinos, quienes han hecho causa común y al verlo recorriendo las calles en su ir y venir  o jugando en el parque del barrio, llamándolo con cariño procuraban traerlo sano y salvo al abrigo de los vecinos de la barriada.