45. He oído, Señor Dios mío, y he gustado una gota de la dulzura de tu verdad, y he entendido que hay algunos a quienes desagradan tus obras, muchas de las cuales, dicen, las hiciste compelido por la necesidad, como la fábrica de los cielos y el ordenamiento de los astros; y esto, no de cosa tuya, sino que ya antes existían estas obras creadas en otro lugar y con otro origen; y que tú las redujiste, ajustaste y coordinaste, cuando de los enemigos vencidos fabricaste la fortaleza de este mundo, para que cautivos en esta construcción no pudieran rebelarse nuevamente contra ti; pero que otras cosas, como las carnes y los animales diminutos y todo lo que echa raíces en la tierra, ni las has hecho tú ni de ningún modo las has ajustado, sino que las ha engendrado y formado una mente enemiga y una naturaleza diferente de ti y no creada por ti. Locos, dicen estas cosas porque no ven tus obras a través de tu Espíritu, ni te conocen en ellas.
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