AlbaLearning - Audiolibros y Libros - Learn Spanish

| HOME | AUDIOLIBROS | AMOR | ERÓTICA | HUMOR | INFANTIL | MISTERIO | POESÍA | NO FICCIÓN | BILINGUAL | VIDEOLIBROS | NOVEDADES |

San Agustín en AlbaLearning

San Agustín

"Confesiones"

Libro 10

Capítulo 42

Biografía de San Agustín en Wikipedia

 
 

[ Descargar archivo mp3 ]

 
Música: C. Wesley - Pastorale
 

Confesiones

OBRAS DEL AUTOR

Confesiones

Libro 1
Libro 2
Libro 3
Libro 4
Libro 5
Libro 6
Libro 7
Libro 8
Libro 9
Libro 10
Libro 11
Libro 12
Libro 13
 
LE PUEDE INTERESAR
San Juan de la Cruz
Santa Teresa de Jesús
Sor Juana Inés de la Cruz
Miguel de Unamuno
Vida y escenas de Jesús
<<< 1042 >>>
 

CAPÍTULO 42

Carácter del verdadero mediador entre Dios y los hombres

 

68. El verdadero mediador es Aquél que por vuestra inescrutable misericordia os dignasteis manifestar a los humildes y le enviasteis para que con su ejemplo aprendiesen la verdadera humildad. Este mediador entre Dios y los hombres es el Hombre Jesucristo, que se manifestó mediando entre los pecadores y mortales, y entre el que esencialmente es justo e inmortal; conviniendo en lo mortal con los hombres, y en la justicia y santidad con Dios, para que, supuesto que la vida y la paz eterna es la paga y estipendio de la santidad y justicia, lograse con la justicia y santidad, en que convenía con Dios, que cesase la sentencia de muerte fulminada contra los pecadores e impíos, a quienes justificó, y cuya muerte quiso padecer como ellos. Este mismo medianero fue anunciado y revelado a los santos y patriarcas antiguos, para que ellos se salvasen, teniendo fe en la muerte que había de padecer, así como nosotros nos salvamos, teniendo fe en la muerte que efectivamente padeció. Éste, pues, en cuanto es hombre, en tanto es medianero, porque, en cuanto es Verbo divino, no media entre Dios y el hombre, sino que es igual a Dios, y tan Dios, que con el Padre y el Espíritu Santo es un mismo Dios.

69. ¡Oh eterno y amantísimo Padre!, ¡qué grande fue el exceso de vuestro amor para con los hombres, pues no perdonasteis a vuestro unigénito Hijo, sino que le entregasteis a que muriese por nosotros pecadores!, ¡qué grande fue el amor que nos mostrasteis, pues llegó a tal extremo, que aquel mismo Señor, que en tenerse por igual a Vos no os usurpara cosa alguna, se sujetase a padecer por nosotros la ignominiosa muerte de cruz! Así Él había sido el único libre entre los muertos, que tuvo potestad de morir y también la tuvo de resucitar. Él mismo fue el vencedor y la víctima que se ofreció a Vos por nosotros, y por eso fue vencedor, porque fue víctima. Se hizo para con Vos sacerdote, y sacrificio por nosotros; y por eso fue el sacerdote, porque Él mismo fue el sacrificio. Y finalmente, de siervos que éramos, nos hizo vuestros hijos el que, siendo Hijo vuestro, se hizo nuestro siervo.

Con razón, pues, Dios mío, tengo grande y firmísima esperanza de que sanaréis todas mis dolencias, por este mismo Señor, que está sentado a vuestra diestra y os ruega incesantemente por nosotros, que si no desesperaría de mi salud. Verdaderamente son muchas y grandes mis dolencias, muchas son y grandes; pero mayor, más copiosa y eficaz es vuestra medicina. Si el divino Verbo no se hubiera hecho hombre, ni habitado entre nosotros, hubiéramos podido juzgar que estaba muy ajeno de unirse con la humana naturaleza, y desesperar enteramente de nuestra salvación.

70. Confieso que, aterrado de mis culpas y oprimido del peso de mis miserias, había pensado en mi interior, muchas veces, y formado intención de dejarlo todo y huir a una soledad; pero Vos me lo estorbasteis y me animasteis diciéndome: Jesucristo murió por todos, para que los que viven, no vivan ya para sí mismos, sino para aquél que murió por ellos. Pues, Señor, en Vos pongo todo el cuidado de mi salud, para vivir y emplearme en contemplar las maravillas de vuestra santa ley. Vos sabéis mis ignorancias y conocéis mis dolencias, pues enseñadme y sanadme. Este vuestro único Hijo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, me redimió con su sangre. Pues no me inquieten los soberbios con sus calumnias, porque me ocupo en meditar el precio de mi rescate, porque le como y bebo, y porque le distribuyo, y porque reconociendo mi pobreza y necesidad, deseo saciarme de Él entre aquéllos que ya le están comiendo y saciándose de Él, y alaban eternamente al Señor los que le buscan.

Inicio
<<< 1042 >>>
 

Índice del libro

Índice obra

 
 

Índice del autor

 
 
 

¡Nuevos cada día!

NOvedades en AlbaLearning - Nuevos audiolibros cada día


De actualidad
Cuentos de Navidad *
Misterio y terror *
Literatura erótica para adultos. Guentos galantes. *
Cuentos de amor y desamor para San Valentín *
Colección de Poemas *

Fábulas *
Biografías Breves *
Pensamientos, Máximas y Aforismos *
Especiales
Santa Teresa de Jesús
Cervantes
Shakespeare
Rubén Darío
Emilia Pardo Bazán
Federico García Lorca
Julia de Asensi
Carmen de Burgos
 
Especial
"Los huesos del abuelo" de Carmen de Burgos
"D. Jeckill y Mr Hyde" de R. Louis Stevenson
"El diablo desinteresado" de Amado Nervo
"La casa de Bernarda Alba" de F. García Lorca
AUTORES RECOMENDADOS
Don Quijote - Novelas Ejemplares - Auidiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning William Shakespeare - IV Centenario - Audiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning Especial de Rubén Darío en AlbaLearning - Centenario Especial Amado Nervo Especial de Emilia Pardo Bazán en AlbaLearning - Centenario Federico García Lorca Carmen de Burgos (Colombine) - Audiolibros y Libros Gratis en AlbaLearning
 
ESPECIALES
Esta web utiliza cookies para poder darles una mejor atención y servicio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.

¿Cómo descargar los audiolibros?

Síganos en:

Síganos en Facebook - Síganos en Twitter - Síganos en Youtube

Deje un mensaje:

Guestbook (Deje su mensaje - Leave your message) Guest-book

©2021 AlbaLearning (All rights reserved)