21. De aquí pasé a considerar las criaturas y vi que todas os debían a Vos el ser que tienen, y que en Vos, que sois infinito, están todas las cosas finitas y limitadas, pero no con aquel modo de limitación que tienen ocupando lugar, sino en cuanto Vos contenéis todas las cosas con la mano de vuestra eterna verdad, y todas participan de ella y son verdaderas, en cuanto existen y tienen ser; ni consiste en otra cosa la falsedad sino en juzgar que tiene ser aquello que no lo tiene. También vi que todas las cosas no solamente estaban colocadas en sus propios y convenientes lugares, sino también en los tiempos que a todas respectivamente les correspondían. Y finalmente, advertí que Vos, Señor, que sólo sois el eterno, no comenzasteis la obra de vuestra creación después de pasados innumerables espacios de tiempos, porque antes bien, todos los tiempos que han pasado, y los que pasarán, ni hubieran podido pasar, ni hubieran podido venir, si Vos no hubierais hecho que llegaran y pasaran permaneciendo Vos eternamente. |