AlbaLearning - Audiolibros y Libros - Learn Spanish

| HOME | AUDIOLIBROS | AMOR | ERÓTICA | HUMOR | INFANTIL | MISTERIO | POESÍA | NO FICCIÓN | BILINGUAL | VIDEOLIBROS | NOVEDADES |
H.P Lovecraft en AlbaLearning

H.P. LOVECRAFT

"La ciudad innombrable - The nameless city"

Biografía de Howard Phillips Lovecraft en Wikipedia 
H.P.LOVECRAFT
LA CIUDAD INNOMBRABLE ESPAÑOLAUDIO 
THE NAMELESS CITYEnglish text 
 
Double-click any word!

[ Descargar audiolibro archivo mp3 ]51:09
(Haga clic en la palabra deseada en Inglés para saber su significado y pronunciación)
LA CIUDAD INNOMBRABLE
THE NAMELESS CITY

Al acercarme a la ciudad sin nombre me di cuenta de que estaba maldita. Avanzaba por un valle terrible reseco bajo la luna, y la vi a lo lejos emergiendo misteriosamente de las arenas, como aflora parcialmente un cadáver de una sepultura deshecha. El miedo hablaba desde las erosionadas piedras de esta vetusta superviviente del diluvio, de esta bisabuela de la más antigua pirámide; y un aura imperceptible me repelía y me conminaba a retroceder ante antiguos y siniestros secretos que ningún hombre debía ver, ni nadie se habría atrevido a examinar.

When I drew nigh the nameless city I knew it was accursed. I was traveling in a parched and terrible valley under the moon, and afar I saw it protruding uncannily above the sands as parts of a corpse may protrude from an ill-made grave. Fear spoke from the age-worn stones of this hoary survivor of the deluge, this great-grandfather of the eldest pyramid; and a viewless aura repelled me and bade me retreat from antique and sinister secrets that no man should see, and no man else had dared to see.
Perdida en el desierto de Arabia se halla la ciudad sin nombre, ruinosa y desmembrada, con sus bajos muros semienterrados en las arenas de incontables años. Así debía de encontrarse ya, antes de que pusieran las primeras piedras de Menfis, y cuando aun no se habían cocido los ladrillos de Babilonia. No hay leyendas tan antiguas que recojan su nombre o la recuerden con vida; pero se habla de ella temerosamente alrededor de las fogatas, y las abuelas cuchichean sobre ella también en las tiendas de los jeques, de forma que todas las tribus la evitan sin saber muy bien la razón. Esta fue la ciudad con la que el poeta loco Abdul Alhazred soñó la noche antes de cantar su dístico inexplicable: Remote in the desert of Araby lies the nameless city, crumbling and inarticulate, its low walls nearly hidden by the sands of uncounted ages. It must have been thus before the first stones of Memphis were laid, and while the bricks of Babylon were yet unbaked. There is no legend so old as to give it a name, or to recall that it was ever alive; but it is told of in whispers around campfires and muttered about by grandams in the tents of sheiks so that all the tribes shun it without wholly knowing why. It was of this place that Abdul Alhazred the mad poet dreamed of the night before he sang his unexplained couplet:
«Que no está muerto lo que yace eternamente
y con el paso de los evos, aun la muerte puede morir»
  That is not dead which can eternal lie,
  And with strange aeons death may die.
Yo debía haber sabido que los árabes tenían sus motivos para evitar la ciudad sin nombre, la ciudad de la que se habla en extraños relatos, pero que no ha visto ningún hombre vivo; sin embargo, desafiándolos, penetré en el desierto inexplorado con mi camello. Sólo yo la he visto, y por eso no existe en el mundo otro rostro que ostente las espantosas arrugas que el miedo ha marcado en el mío, ni se estremezca de forma tan horrible cuando el viento de la noche hace retemblar las ventanas. Cuando la descubrí, en la espantosa quietud del sueño interminable, me miró estremecida por los rayos de una luna fría en medio del calor del desierto. Y al devolverle yo su mirada, olvidé el júbilo de haberla descubierto, y me detuve con mi camello a esperar que amaneciera. I should have known that the Arabs had good reason for shunning the nameless city, the city told of in strange tales but seen by no living man, yet I defied them and went into the untrodden waste with my camel. I alone have seen it, and that is why no other face bears such hideous lines of fear as mine; why no other man shivers so horribly when the night wind rattles the windows. When I came upon it in the ghastly stillness of unending sleep it looked at me, chilly from the rays of a cold moon amidst the desert's heat. And as I returned its look I forgot my triumph at finding it, and stopped still with my camel to wait for the dawn.
Cuatro horas esperé, hasta que el oriente se volvió gris, se apagaron las estrellas, y el gris se convirtió en una claridad rosácea orlada de oro. Oí un gemido, y vi que se agitaba una tormenta de arena entre las piedras antiguas, aunque el cielo estaba claro y las vastas extensiones del desierto permanecían en silencio. Y de repente, por el borde lejano del desierto, surgió el canto resplandeciente del sol, a través de una minúscula tormenta de arena pasajera; y en mi estado febril imaginé que de alguna remota profundidad brotaba un estrépito de música metálica saludando al disco de fuego como Memnon lo saluda desde las orillas del Nilo. Y me resonaban los oídos, y me bullía la imaginación, mientras conducía mi camello lentamente por la arena hasta aquel lugar innominado; lugar que, de todos los hombres vivientes, únicamente yo he llegado a ver. For hours I waited, till the east grew grey and the stars faded, and the grey turned to roseate light edged with gold. I heard a moaning and saw a storm of sand stirring among the antique stones though the sky was clear and the vast reaches of desert still. Then suddenly above the desert's far rim came the blazing edge of the sun, seen through the tiny sandstorm which was passing away, and in my fevered state I fancied that from some remote depth there came a crash of musical metal to hail the fiery disc as Memnon hails it from the banks of the Nile. My ears rang and my imagination seethed as I led my camel slowly across the sand to that unvocal place; that place which I alone of living men had seen.
Y vagué entre los cimientos de las casas y de los edificios, sin encontrar relieves ni inscripciones que hablasen de los hombres -si es que fueron hombres- que habían construido esta ciudad y la habían habitado hacía tantísimo tiempo. La antigüedad del lugar era malsana, por lo que deseé fervientemente descubrir algún signo o clave que probara que había sido hecha efectivamente por los hombres. Había ciertas dimensiones y proporciones en las ruinas que me producían desasosiego. Llevaba conmigo numerosas herramientas, y cavé mucho entre los muros de los olvidados edificios; pero mis progresos eran lentos y nada de importancia aparecía. Cuando la noche y la luna volvieron otra vez, el viento frío me trajo un nuevo temor, de forma que no me atreví a quedarme en la ciudad. Y al salir de los antiguos muros para descansar, una pequeña tormenta de arena se levantó detrás de mí, soplando entre las piedras grises, a pesar de que brillaba la luna, y casi todo el desierto permanecía inmóvil. In and out amongst the shapeless foundations of houses and places I wandered, finding never a carving or inscription to tell of these men, if men they were, who built this city and dwelt therein so long ago. The antiquity of the spot was unwholesome, and I longed to encounter some sign or device to prove that the city was indeed fashioned by mankind. There were certain proportions and dimensions in the ruins which I did not like. I had with me many tools, and dug much within the walls of the obliterated edifices; but progress was slow, and nothing significant was revealed. When night and the moon returned I felt a chill wind which brought new fear, so that I did not dare to remain in the city. And as I went outside the antique walls to sleep, a small sighing sandstorm gathered behind me, blowing over the grey stones though the moon was bright and most of the desert still.
Al amanecer desperté de una cabalgata de horribles pesadillas, y me resonó en los oídos como un tañido metálico. Vi asomar el sol rojizo entre las últimas ráfagas de una pequeña tormenta de arena que flotaba sobre la ciudad sin nombre, haciendo más patente la quietud del paisaje. Una vez más, me interné en las lúgubres ruinas que abultaban bajo las arenas como un ogro bajo su colcha, y de nuevo cavé en vano en busca de reliquias de la olvidada raza. A mediodía descansé, y dediqué la tarde a señalar los muros, las calles olvidadas y los contornos de los casi desaparecidos edificios. Observé que la ciudad había sido efectivamente poderosa, y me pregunté cuáles pudieron ser los orígenes de su grandeza. Me representaba el esplendor de una edad tan remota que Caldea no podría recordarla, y pensé en Sarnath la Predestinada, ya existente en la tierra de Mnar cuando la humanidad era todavía joven, y en Ib, excavada en la piedra gris antes de la aparición de los hombres. I awakened just at dawn from a pageant of horrible dreams, my ears ringing as from some metallic peal. I saw the sun peering redly through the last gusts of a little sandstorm that hovered over the nameless city, and marked the quietness of the rest of the landscape. Once more I ventured within those brooding ruins that swelled beneath the sand like an ogre under a coverlet, and again dug vainly for relics of the forgotten race. At noon I rested, and in the afternoon I spent much time tracing the walls and bygone streets, and the outlines of the nearly vanished buildings. I saw that the city had been mighty indeed, and wondered at the sources of its greatness. To myself I pictured all the spendours of an age so distant that Chaldaea could not recall it, and thought of Sarnath the Doomed, that stood in the land of Mnar when mankind was young, and of Ib, that was carven of grey stone before mankind existed.
De repente, llegué a un lugar donde la roca del subsuelo emergía de la arena formando un bajo acantilado y vi con alegría lo que parecía prometer nuevos vestigios del pueblo antediluviano. Toscamente talladas en la cara del acantilado, aparecían las inequívocas fachadas de varios edificios pequeños o templos achaparrados, cuyos interiores conservaban quizá numerosos secretos de edades incalculablemente remotas; aunque las tormentas de arena habían borrado hacía tiempo los relieves que sin duda exhibieron en su exterior. All at once I came upon a place where the bedrock rose stark through the sand and formed a low cliff; and here I saw with joy what seemed to promise further traces of the antediluvian people. Hewn rudely on the face of the cliff were the unmistakable facades of several small, squat rock houses or temples; whose interiors might preserve many secrets of ages too remote for calculation, though sandstorms had long effaced any carvings which may have been outside.
Las oscuras aberturas próximas a mí eran muy bajas y estaban cegadas por las arenas; pero limpié una de ellas con la pala y me introduje a gatas, llevando una antorcha que me revelase los misterios que hubiese. Una vez en el interior, vi que la caverna era efectivamente un templo, y descubrí claros signos de la raza que había vivido y practicado su religión antes de que el desierto fuese desierto. No faltaban altares primitivos, pilares y nichos, todo singularmente bajo; y aunque no veía esculturas ni frescos, había muchas piedras extrañas, claramente talladas en forma de símbolos por algún medio artificial. Era muy extraña la baja altura de la cámara cincelada, ya que apenas me permitía estar de rodillas; pero el recinto era tan grande que la antorcha revelaba una parte solamente. Algunos de los últimos rincones me producían temor; ya que determinados altares y piedras sugerían olvidados ritos de naturaleza repugnante e inexplicable que hicieron que me preguntase qué clase de hombres podían haber construido y frecuentado semejante templo. Cuando hube visto todo lo que contenía el lugar, salí gateando otra vez, ansioso por averiguar lo que pudieran revelarme los templos. Very low and sand-choked were all the dark apertures near me, but I cleared one with my spade and crawled through it, carrying a torch to reveal whatever mysteries it might hold. When I was inside I saw that the cavern was indeed a temple, and beheld plain signs of the race that had lived and worshipped before the desert was a desert. Primitive altars, pillars, and niches, all curiously low, were not absent; and though I saw no sculptures or frescoes, there were many singular stones clearly shaped into symbols by artificial means. The lowness of the chiselled chamber was very strange, for I could hardly kneel upright; but the area was so great that my torch showed only part of it at a time. I shuddered oddly in some of the far corners; for certain altars and stones suggested forgotten rites of terrible, revolting and inexplicable nature and made me wonder what manner of men could have made and frequented such a temple. When I had seen all that the place contained, I crawled out again, avid to find what the temples might yield.
La noche se estaba echando encima; pero las cosas tangibles que había visto hacían que mi curiosidad fuese más fuerte que mi miedo, y no huí de las largas sombras lunares que me habían intimidado la primera vez que vi la ciudad sin nombre. En el crepúsculo, limpié otra abertura; y encendiendo una nueva antorcha, me introduje a rastras por ella, y descubrí más piedras y símbolos enigmáticos; pero todo era tan vago como en el otro templo. El recinto era igual de bajo, aunque bastante menos amplio, y terminaba en un estrecho pasadizo en el que había oscuras y misteriosas hornacinas. Y me encontraba examinando estas hornacinas, cuando el ruido del viento y mi camello turbaron la quietud, y me hicieron salir a ver qué había asustado al animal. Night had now approached, yet the tangible things I had seen made curiosity stronger than fear, so that I did not flee from the long mooncast shadows that had daunted me when first I saw the nameless city. In the twilight I cleared another aperture and with a new torch crawled into it, finding more vague stones and symbols, though nothing more definite than the other temple had contained. The room was just as low, but much less broad, ending in a very narrow passage crowded with obscure and cryptical shrines. About these shrines I was prying when the noise of a wind and my camel outside broke through the stillness and drew me forth to see what could have frightened the beast.
La luna brillaba intensamente sobre las primitivas ruinas, iluminando una densa nube de arena que parecía producida por un viento fuerte, aunque decreciente, que soplaba desde algún lugar del acantilado que tenía ante mí. Sabía que era este viento frío y arenoso lo que había inquietado al camello, y estaba a punto de llevarle a un lugar más protegido, cuando alcé los ojos por casualidad, y vi que no soplaba viento alguno en lo alto del acantilado. Esto me dejó asombrado, y me produjo temor otra vez; pero inmediatamente recordé los vientos locales y súbitos que había observado anteriormente durante el amanecer y el crepúsculo, y pensé que era cosa normal. Supuse que provenía de alguna grieta de la roca que comunicaba con alguna cueva, y me puse a observar el remolino de arena a fin de localizar su origen; no tardé en descubrir que salía de un orificio negro de un templo bastante más al sur de donde yo estaba, casi fuera de mi vista. Eché a andar contra la nube sofocante de arena, en dirección a dicho templo, y al acercarme descubrí que era más grande que los demás, y que su entrada estaba bastante menos obstruida de arena dura. Habría entrado, de no ser por la terrible fuerza de aquel viento frío que casi apagaba mi antorcha. Brotaba furioso por la oscura puerta suspirando misteriosamente mientras agitaba la arena y la esparcía por entre las espectrales ruinas. Poco después empezó a amainar, y la arena se fue aquietando poco a poco, hasta que finalmente todo quedo inmóvil otra vez; pero una presencia parecía acechar entre las piedras fantasmales de la ciudad, y cuando alcé los ojos hacia la luna, me pareció que temblaba como si se reflejara en la superficie de unas aguas trémulas. Me sentía más asustado de lo que podía explicarme, aunque no lo bastante como para reprimir mi sed de prodigios; así que tan pronto como el viento se calmó, crucé el umbral y me introduje en el oscuro recinto de donde había brotado el viento. The moon was gleaming vividly over the primitive ruins, lighting a dense cloud of sand that seemed blown by a strong but decreasing wind from some point along the cliff ahead of me. I knew it was this chilly, sandy wind which had disturbed the camel and was about to lead him to a place of better shelter when I chanced to glance up and saw that there was no wind atop the cliff. This astonished me and made me fearful again, but I immediately recalled the sudden local winds that I had seen and heard before at sunrise and sunset, and judged it was a normal thing. I decided it came from some rock fissure leading to a cave, and watched the troubled sand to trace it to its source; soon perceiving that it came from the black orifice of a temple a long distance south of me, almost out of sight. Against the choking sand-cloud I plodded toward this temple, which as I neared it loomed larger than the rest, and shewed a doorway far less clogged with caked sand. I would have entered had not the terrific force of the icy wind almost quenched my torch. It poured madly out of the dark door, sighing uncannily as it ruffled the sand and spread among the weird ruins. Soon it grew fainter and the sand grew more and more still, till finally all was at rest again; but a presence seemed stalking among the spectral stones of the city, and when I glanced at the moon it seemed to quiver as though mirrored in unquiet waters. I was more afraid than I could explain, but not enough to dull my thirst for wonder; so as soon as the wind was quite gone I crossed into the dark chamber from which it had come.
Este templo, como había imaginado desde el exterior, era el más grande de cuantos había visitado hasta el momento; probablemente era una caverna natural, ya que lo recorrían vientos que procedían de alguna región interior. Aquí podía estar completamente de pie; pero vi que las piedras y los altares eran tan bajos como los de los otros templos. En los muros y en el techo observé por primera vez vestigios del arte pictórico de la antigua raza, curiosas rayas onduladas hechas con una pintura que casi se había borrado o descascarillado; y en dos de los altares vi con creciente excitación un laberinto de relieves curvilíneos bastante bien trazados. Al alzar en alto la antorcha, me pareció que la forma del techo era demasiado regular para que fuese natural, y me pregunté qué prehistóricos escultores habrían trabajado en este lugar. Su habilidad técnica debió de ser inmensa. This temple, as I had fancied from the outside, was larger than either of those I had visited before; and was presumably a natural cavern since it bore winds from some region beyond. Here I could stand quite upright, but saw that the stones and altars were as low as those in the other temples. On the walls and roof I beheld for the first time some traces of the pictorial art of the ancient race, curious curling streaks of paint that had almost faded or crumbled away; and on two of the altars I saw with rising excitement a maze of well-fashioned curvilinear carvings. As I held my torch aloft it seemed to me that the shape of the roof was too regular to be natural, and I wondered what the prehistoric cutters of stone had first worked upon. Their engineering skill must have been vast.
Luego, una súbita llamarada de la caprichosa antorcha me reveló lo que había estado buscando: el acceso a aquellos abismos más remotos de los que había brotado el inesperado viento; sentí un desvanecimiento al descubrir que se trataba de una puerta pequeña, artificial, cincelada en la sólida roca. Metí la antorcha por ella, y vi un túnel negro de techo bajo y abovedado que se curvaba sobre un tramo descendente de toscos escalones, muy pequeños, numerosos y empinados. Siempre veré esos peldaños en mis sueños, ya que llegué a saber lo que significaban. En aquel momento no sabía si considerarlos peldaños o meros apoyos para salvar una pendiente demasiado pronunciada. La cabeza me daba vueltas, agobiada por locos pensamientos, y parecieron llegarme flotando las palabras y advertencias de los profetas árabes, a través del desierto, desde las tierras que los hombres conocen a la ciudad sin nombre que no se atreven a conocer. Pero sólo vacilé un momento, antes de cruzar el umbral y empezar a bajar precavidamente por el empinado pasadizo, con los pies por delante, como por una escala de mano. Then a brighter flare of the fantastic flame showed that form which I had been seeking, the opening to those remoter abysses whence the sudden wind had blown; and I grew faint when I saw that it was a small and plainly artificial door chiselled in the solid rock. I thrust my torch within, beholding a black tunnel with the roof arching low over a rough flight of very small, numerous and steeply descending steps. I shall always see those steps in my dreams, for I came to learn what they meant. At the time I hardly knew whether to call them steps or mere footholds in a precipitous descent. My mind was whirling with mad thoughts, and the words and warning of Arab prophets seemed to float across the desert from the land that men know to the nameless city that men dare not know. Yet I hesitated only for a moment before advancing through the portal and commencing to climb cautiously down the steep passage, feet first, as though on a ladder.
Sólo en los terribles desvaríos de la droga o del delirio puede un hombre haber efectuado un descenso como el mío. El estrecho pasadizo bajaba interminable como un pozo espantosamente fantasmal, y la antorcha que yo sostenía por encima de mi cabeza no alcanzaba a iluminar las ignoradas profundidades hacia las que descendía. Perdí la noción de las horas y olvidé consultar mi reloj, aunque me asusté al pensar en la distancia que debía de estar recorriendo. Había giros y cambios de pendiente; una de las veces llegué a un corredor largo, bajo y horizontal, donde tuve que arrastrarme por el suelo rocoso con los pies por delante, sosteniendo la antorcha cuanto daba de sí la longitud de mi brazo. No había altura suficiente para permanecer de rodillas. Después, me encontré con otra escalera empinada, y seguí bajando interminablemente mientras mi antorcha se iba debilitando poco a poco, hasta que se apagó. Creo que no me di cuenta en ese momento, porque cuando lo noté, aún la sostenía por encima de mí como si me siguiera alumbrando. Me tenía completamente trastornado esa pasión por lo extraño y lo desconocido que me había convertido en un errabundo en la tierra y un frecuentador de lugares remotos, antiguos y prohibidos. It is only in the terrible phantasms of drugs or delirium that any other man can have such a descent as mine. The narrow passage led infinitely down like some hideous haunted well, and the torch I held above my head could not light the unknown depths toward which I was crawling. I lost track of the hours and forgot to consult my watch, though I was frightened when I thought of the distance I must be traversing. There were changes of direction and of steepness; and once I came to a long, low, level passage where I had to wriggle my feet first along the rocky floor, holding torch at arm's length beyond my head. The place was not high enough for kneeling. After that were more of the steep steps, and I was still scrambling down interminably when my failing torch died out. I do not think I noticed it at the time, for when I did notice it I was still holding it above me as if it were ablaze. I was quite unbalanced with that instinct for the strange and the unknown which had made me a wanderer upon earth and a haunter of far, ancient, and forbidden places.
En la oscuridad, me venían al pensamiento súbitos fragmentos de mi amado tesoro de saber demoníaco: frases del árabe loco Alhazred, párrafos de las pesadillas apócrifas de Damascius, y sentencias infames del delirante Image du Monde de Gauthier de Metz. Repetía citas extrañas y murmuraba cosas sobre Afrasiab y los demonios que bajaban flotando con él por el Oxus; más tarde, recité una y otra vez la frase de uno de los relatos de Lord Dunsany: «La sorda negrura del abismo». En una ocasión en que el descenso se volvió asombrosamente pronunciado, repetí con voz monótona un pasaje de Thomas Moore, hasta que tuve miedo de recitarlo más: In the darkness there flashed before my mind fragments of my cherished treasury of daemonic lore; sentences from Alhazred the mad Arab, paragraphs from the apocryphal nightmares of Damascius, and infamous lines from the delirious Image du Monde of Gauthier de Metz. I repeated queer extracts, and muttered of Afrasiab and the daemons that floated with him down the Oxus; later chanting over and over again a phrase from one of Lord Dunsany's tales--"The unreveberate blackness of the abyss." Once when the descent grew amazingly steep I recited something in sing-song from Thomas Moore until I feared to recite more:
Un pozo de tinieblas, negro
Como un caldero de brujas, lleno
De drogas lunares en eclipse destiladas
AI inclinarme a mirar si podía bajar el pie
Por ese abismo, vi, abajo,
Hasta donde alcanzaba la mirada,
Negras Paredes lisas como el cristal
Recién acabadas de pulir,
Y con esa negra pez que el Trono de la Muerte
Derrama por sus bordes viscosos.
Un pozo de tinieblas, negro
Como un caldero de brujas, lleno
De drogas lunares en eclipse destiladas
AI inclinarme a mirar si podía bajar el pie
Por ese abismo, vi, abajo,
Hasta donde alcanzaba la mirada,
Negras Paredes lisas como el cristal
Recién acabadas de pulir,
Y con esa negra pez que el Trono de la Muerte
Derrama por sus bordes viscosos.
A reservoir of darkness, black
  As witches' cauldrons are, when fill'd
  With moon-drugs in th' eclipse distill'd
  Leaning to look if foot might pass
  Down thro' that chasm, I saw, beneath,
  As far as vision could explore,
  The jetty sides as smooth as glass,
  Looking as if just varnish'd o'er
  With that dark pitch the Seat of Death
  Throws out upon its slimy shore.
El tiempo había dejado de existir por completo cuando mis pies tocaron nuevamente un suelo horizontal, y llegué a un recinto algo más alto que los dos templos anteriores que, ahora, estaban a una distancia incalculable, por encima de mí. No podía ponerme de pie, pero podía enderezarme arrodillado; y en la oscuridad, me arrastré y gateé de un lado para otro al azar. No tardé en darme cuenta de que me encontraba en un estrecho pasadizo en cuyas paredes se alineaban numerosos estuches de madera con el frente de cristal. El descubrir en semejante lugar paleozoico y abismal objetos de cristal y madera pulimentada me produjo un estremecimiento, dadas sus posibles implicaciones. Al parecer, los estuches estaban ordenados a lo largo del pasadizo a intervalos regulares, y eran oblongos y horizontales, espantosamente parecidos a ataúdes por su forma y tamaño. Cuando traté de mover uno o dos, a fin de examinarlos, descubrí que estaban firmemente sujetos. Time had quite ceased to exist when my feet again felt a level floor, and I found myself in a place slightly higher than the rooms in the two smaller temples now so incalculably far above my head. I could not quite stand, but could kneel upright, and in the dark I shuffled and crept hither and thither at random. I soon knew that I was in a narrow passage whose walls were lined with cases of wood having glass fronts. As in that Palaeozoic and abysmal place I felt of such things as polished wood and glass I shuddered at the possible implications. The cases were apparently ranged along each side of the passage at regular intervals, and were oblong and horizontal, hideously like coffins in shape and size. When I tried to move two or three for further examination, I found that they were firmly fastened.
Comprobé que el pasadizo era largo, y seguí adelante con rapidez, emprendiendo una carrera a cuatro patas que habría parecido horrible, de haber habido alguien observándome en la oscuridad; de vez en cuando, me desplazaba a un lado y a otro para palpar mis alrededores y cerciorarme de que los muros y las filas de estuches seguían todavía. El hombre está tan acostumbrado a pensar visualmente que casi me olvidé de la oscuridad, representándome el interminable corredor monótonamente cubierto de madera y cristal como si lo viese. Y entonces, en un instante de indescriptible emoción lo vi. I saw that the passage was a long one, so floundered ahead rapidly in a creeping run that would have seemed horrible had any eye watched me in the blackness; crossing from side to side occasionally to feel of my surroundings and be sure the walls and rows of cases still stretched on. Man is so used to thinking visually that I almost forgot the darkness and pictured the endless corridor of wood and glass in its low-studded monotony as though I saw it. And then in a moment of indescribable emotion I did see it.
No sé exactamente cuándo lo imaginado se fundió con la visión real; pero surgió gradualmente un resplandor delante de mí, y de repente me di cuenta de que veía los oscuros contornos del corredor y los estuches a causa de alguna desconocida fosforecencia subterránea. Durante un momento, todo fue exactamente como yo lo había imaginado, ya que era muy débil la claridad; pero al avanzar maquinalmente hacia la luz cada vez más fuerte, descubrí que lo que yo había imaginado era demasiado débil. Esta sala no era una reliquia rudimentaria como los templos de arriba, sino un monumento de un arte de lo más magnífico y exótico. Ricos y vívidos y atrevidamente fantásticos dibujos y pinturas componían una decoración mural continua cuyas líneas y colores superarían toda descripción. Los estuches eran de una madera extrañamente dorada, con un frente de exquisito cristal, y contenían los cuerpos momificados de unas criaturas que superarían en grotesca fealdad los sueños más caóticos del hombre. Just when my fancy merged into real sight I cannot tell; but there came a gradual glow ahead, and all at once I knew that I saw the dim outlines of a corridor and the cases, revealed by some unknown subterranean phosphorescence. For a little while all was exactly as I had imagined it, since the glow was very faint; but as I mechanically kept stumbling ahead into the stronger light I realised that my fancy had been but feeble. This hall was no relic of crudity like the temples in the city above, but a monument of the most magnificent and exotic art. Rich, vivid, and daringly fantastic designs and pictures formed a continuous scheme of mural paintings whose lines and colours were beyond description. The cases were of a strange golden wood, with fronts of exquisite glass, and containing the mummified forms of creatures outreaching in grotesqueness the most chaotic dreams of man.
Es imposible dar una idea de estas monstruosidades. Eran de naturaleza reptil con unos rasgos corporales que unas veces recordaban al cocodrilo, otras a la foca, pero más frecuentemente a seres que el naturalista y el paleontólogo no han conocido jamás. Tenían más o menos el tamaño de un hombre bajo, y sus extremidades anteriores estaban dotadas de unas zarpas delicadas claramente parecidas a las manos y los dedos humanos. Pero lo más extraño de todo eran sus cabezas, cuyo contorno transgredía todos los principios biológicos conocidos. No hay nada a lo que aquellas criaturas se puedan comparar con propiedad... fugazmente, pensé en seres tan diversos como el gato, el bulldog, el mítico sátiro y el ser humano. Ni el propio Júpiter tuvo una frente tan enorme y protuberante; sin embargo, los cuernos, la carencia de nariz y la mandíbula de cocodrilo, les situaba fuera de toda categoría establecida. Durante un rato dudé de la realidad de las momias, casi inclinándome a suponer que se trataba de ídolos artificiales; pero no tardé en convencerme de que eran efectivamente especies paleógenas que habían existido cuando la ciudad sin nombre estaba viva. Como para rematar el carácter grotesco de sus naturalezas, la mayoría estaban suntuosamente vestidas con tejidos costosos y lujosamente cargadas de adornos de oro, joyas y metales brillantes y desconocidos. To convey any idea of these monstrosities is impossible. They were of the reptile kind, with body lines suggesting sometimes the crocodile, sometimes the seal, but more often nothing of which either the naturalist or the palaeontologist ever heard. In size they approximated a small man, and their fore-legs bore delicate and evident feet curiously like human hands and fingers. But strangest of all were their heads, which presented a contour violating all know biological principles. To nothing can such things be well compared - in one flash I thought of comparisons as varied as the cat, the bullfrog, the mythic Satyr, and the human being. Not Jove himself had had so colossal and protuberant a forehead, yet the horns and the noselessness and the alligator-like jaw placed things outside all established categories. I debated for a time on the reality of the mummies, half suspecting they were artificial idols; but soon decided they were indeed some palaeogean species which had lived when the nameless city was alive. To crown their grotesqueness, most of them were gorgeously enrobed in the costliest of fabrics, and lavishly laden with ornaments of gold, jewels, and unknown shining metals.
La importancia de estas criaturas reptiles debió de ser inmensa, ya que estaban en primer término, entre los extravagantes motivos de los frescos que decoraban las paredes y los techos. El artista las había retratado con inigualable habilidad en su propio mundo, en el cual tenían ciudades y jardines trazados según sus dimensiones; y no pude por menos de pensar que su historia representada era alegórica, revelando quizá el progreso de la raza que las adoraba. Estas criaturas, me decía, debían de ser para los habitantes de la ciudad sin nombre lo que fue la loba para Roma, o los animales totémicos para una tribu de indios. The importance of these crawling creatures must have been vast, for they held first place among the wild designs on the frescoed walls and ceiling. With matchless skill had the artist drawn them in a world of their own, wherein they had cities and gardens fashioned to suit their dimensions; and I could not help but think that their pictured history was allegorical, perhaps shewing the progress of the race that worshipped them. These creatures, I said to myself, were to men of the nameless city what the she-wolf was to Rome, or some totem-beast is to a tribe of Indians.
Siguiendo esta teoría, pude descifrar someramente una épica asombrosa de la ciudad sin nombre: la crónica de una poderosa metrópoli costera que gobernó el mundo antes de que Africa surgiera de las olas, y de sus luchas cuando el mar se retiró y el desierto invadió el fértil valle que la mantenía. Vi sus guerras y sus triunfos, sus tribulaciones y derrotas, y después, su terrible lucha contra el desierto, cuando miles de sus habitantes —representados aquí alegóricamente como grotescos reptiles— se vieron empujados a abrirse camino hacia abajo, excavando la roca de alguna forma prodigiosa, en busca del mundo del que les habían hablado sus profetas. Todo era misteriosamente vívido y realista; y su conexión con el impresionante descenso que yo había efectuado era inequívoco. Incluso reconocía los pasadizos. Holding this view, I could trace roughly a wonderful epic of the nameless city; the tale of a mighty seacoast metropolis that ruled the world before Africa rose out of the waves, and of its struggles as the sea shrank away, and the desert crept into the fertile valley that held it. I saw its wars and triumphs, its troubles and defeats, and afterwards its terrible fight against the desert when thousands of its people - here represented in allegory by the grotesque reptiles - were driven to chisel their way down though the rocks in some marvellous manner to another world whereof their prophets had told them. It was all vividly weird and realistic, and its connection with the awesome descent I had made was unmistakable. I even recognized the passages.
Al avanzar por el corredor hacia la luz más brillante, vi nuevas etapas de la épica representada: la despedida de la raza que había habitado la ciudad sin nombre y el valle hacía unos diez millones de años; la raza cuyas almas se negaban a abandonar los escenarios que sus cuerpos habían conocido durante tanto tiempo, en los que se habían asentado como nómadas durante la juventud de la tierra, tallando en la roca virgen aquellos santuarios en los que no habían dejado de practicar sus cultos religiosos. Ahora que había más luz, pude examinar las pinturas con más detenimiento; y recordando que los extraños reptiles debían de representar a los hombres desconocidos, pensé en las costumbres imperantes en la ciudad sin nombre. Había muchas cosas inexplicables. La civilización, que incluía un alfabeto escrito, había llegado a alcanzar, al parecer, un grado superior al de aquellas otras inmensamente posteriores de Egipto y de Caldea; aunque noté omisiones singulares. Por ejemplo, no pude descubrir ninguna representación de la muerte o de las costumbres funerarias, salvo en las escenas de guerra, de violencia o de plagas; así que me preguntaba por qué esta reserva respecto de la muerte natural. Era como si hubiesen abrigado un ideal de inmortalidad como una ilusión esperanzadora. As I crept along the corridor toward the brighter light I saw later stages of the painted epic - the leave-taking of the race that had dwelt in the nameless city and the valley around for ten million years; the race whose souls shrank from quitting scenes their bodies had known so long where they had settled as nomads in the earth's youth, hewing in the virgin rock those primal shrines at which they had never ceased to worship. Now that the light was better I studied the pictures more closely and, remembering that the strange reptiles must represent the unknown men, pondered upon the customs of the nameless city. Many things were peculiar and inexplicable. The civilization, which included a written alphabet, had seemingly risen to a higher order than those immeasurably later civilizations of Egypt and Chaldaea, yet there were curious omissions. I could, for example, find no pictures to represent deaths or funeral customs, save such as were related to wars, violence, and plagues; and I wondered at the reticence shown concerning natural death. It was as though an ideal of immortality had been fostered as a cheering illusion.
Más cerca del final del pasadizo había pintadas escenas de máximo exotismo y extravagancia: vistas de la ciudad sin nombre que ahora contrastaban por su despoblación y su creciente ruina, y de un extraño y nuevo reino paradisíaco hacia el que la raza se había abierto camino con sus cinceles a través de la roca. En estas perspectivas, la ciudad y el valle desierto aparecían siempre a la luz de la luna, con un halo dorado flotando sobre los muros derruidos y medio revelando la espléndida perfección de los tiempos anteriores, espectralmente insinuada por el artista. Las escenas paradisíacas eran casi demasiado extravagantes para que resultaran creíbles, retratando un mundo oculto de luz eterna, lleno de ciudades gloriosas y de montes y valles etéreos. Al final, me pareció ver signos de un anticlímax artístico. Las pinturas se volvieron menos hábiles, y mucho más extrañas, incluso, que las más disparatadas de las primeras. Parecían reflejar una lenta decadencia de la antigua estirpe, a la vez que una creciente ferocidad hacia el mundo exterior del que les había arrojado el desierto. Las formas de las gentes —siempre simbolizadas por los reptiles sagrados— parecían ir consumiéndose gradualmente, aunque su espíritu, al que mostraban flotando por encima de las ruinas bañadas por la luna, aumentaba en proporción. Unos sacerdotes flacos, representados como reptiles con atuendos ornamentales, maldecían el aire de la superficie y a cuantos seres lo respiraban; y en una terrible escena final se veía a un hombre de aspecto primitivo —quizá un pionero de la antigua Irem, la Ciudad de los Pilares—, en el momento de ser despedazado por los miembros de la raza anterior. Recuerdé el temor que la ciudad sin nombre inspiraba a los árabes, y me alegré de que más allá de este lugar, los muros grises y el techo estuviesen desnudos de pinturas. Still nearer the end of the passage was painted scenes of the utmost picturesqueness and extravagance: contrasted views of the nameless city in its desertion and growing ruin, and of the strange new realm of paradise to which the race had hewed its way through the stone. In these views the city and the desert valley were shewn always by moonlight, golden nimbus hovering over the fallen walls, and half-revealing the splendid perfection of former times, shown spectrally and elusively by the artist. The paradisal scenes were almost too extravagant to be believed, portraying a hidden world of eternal day filled with glorious cities and ethereal hills and valleys. At the very last I thought I saw signs of an artistic anticlimax. The paintings were less skillful, and much more bizarre than even the wildest of the earlier scenes. They seemed to record a slow decadence of the ancient stock, coupled with a growing ferocity toward the outside world from which it was driven by the desert. The forms of the people - always represented by the sacred reptiles - appeared to be gradually wasting away, though their spirit as shewn hovering above the ruins by moonlight gained in proportion. Emaciated priests, displayed as reptiles in ornate robes, cursed the upper air and all who breathed it; and one terrible final scene shewed a primitive-looking man, perhaps a pioneer of ancient Irem, the City of Pillars, torn to pieces by members of the elder race. I remembered how the Arabs fear the nameless city, and was glad that beyond this place the grey walls and ceiling were bare.
Mientras contemplaba el cortejo de la historia mural, me fui acercando al final del recinto de techo bajo, hasta que descubrí una entrada de la cual subía la luminosa fosforescencia. Me arrastré hasta ella, y dejé escapar un alarido de infinito asombro ante lo que había al otro lado; pues en vez de descubrir nuevas cámaras más iluminadas, me asomé a un ilimitado vacío de uniforme resplandor, como supongo que se vería desde la cumbre del monte Everest, al contemplar un mar de bruma iluminada por el sol. Detrás de mí había un pasadizo tan angosto que no podía ponerme de pie; delante, tenía un infinito de subterránea refulgencia. As I viewed the pageant of mural history I had approached very closely to the end of the low-ceiled hall, and was aware of a gate through which came all of the illuminating phosphorescence. Creeping up to it, I cried aloud in transcendent amazement at what lay beyond; for instead of other and brighter chambers there was only an illimitable void of uniform radiance, such one might fancy when gazing down from the peak of Mount Everest upon a sea of sunlit mist. Behind me was a passage so cramped that I could not stand upright in it; before me was an infinity of subterranean effulgence.
Del pasadizo al abismo descendía un pronunciado tramo de escaleras —de peldaños pequeños y numerosos, como los de los oscuros pasadizos que había recorrido—; aunque unos pies más abajo los ocultaban los vapores luminosos. Abatida contra el muro de la izquierda, había abierta una pesada puerta de bronce, increíblemente gruesa y decorada con fantásticos bajorrelieves, capaz de aislar todo el mundo interior de luz, si se cerraba, respecto de las bóvedas y pasadizos de roca. Miré los peldaños, y de momento, me dio miedo descender por ellos. Tiré de la puerta de bronce, pero no pude moverla. Luego me tumbé boca abajo en el suelo de losas, con la mente inflamada en prodigiosas reflexiones que ni siquiera el mortal agotamiento podía disipar. Reaching down from the passage into the abyss was the head of a steep flight of steps - small numerous steps like those of black passages I had traversed - but after a few feet the glowing vapours concealed everything. Swung back open against the left-hand wall of the passage was a massive door of brass, incredibly thick and decorated with fantastic bas-reliefs, which could if closed shut the whole inner world of light away from the vaults and passages of rock. I looked at the steps, and for the nonce dared not try them. I touched the open brass door, and could not move it. Then I sank prone to the stone floor, my mind aflame with prodigious reflections which not even a death-like exhaustion could banish.
Mientras estaba tendido, con los ojos cerrados y pensando libremente, me volvieron a la conciencia muchos detalles que había observado de pasada en los frescos con un significado nuevo y terrible; escenas que representaban la ciudad sin nombre en su esplendor, la vegetación del valle que la rodeaba, y las tierras distantes con las que sus mercaderes comerciaban. La alegoría de las criaturas reptantes me desconcertaba por su universal distinción, y me asombraba que se conservase con tanta insistencia en una historia de tal importancia. En los frescos se representaba la ciudad sin nombre guardando la debida proporción con los reptiles. Me preguntaba cuáles serían sus proporciones reales y su magnificencia, y medité un momento sobre determinadas peculiaridades que había notado en las ruinas. Me parecía extraña la escasa altura de los templos primordiales y del corredor del subsuelo, tallado indudablemente por deferencia a las deidades reptiles que ellos adoraban; aunque evidentemente, obligaban a los adoradores a reptar. Quizá los mismos ritos comportaban esta imitación de las criaturas adoradas. Sin embargo, ninguna teoría religiosa podía explicar por qué los pasadizos horizontales que se intercalaban en ese espantoso descenso eran tan bajos como los templos... o más, puesto que no era posible permanecer siquiera de rodillas. Al pensar en las criaturas reptiles, cuyos espantosos cuerpos momificados tenía tan cerca de mí, sentí un nuevo sobresalto de terror. Las asociaciones de la mente son muy extrañas; y me encogí ante la idea de que, salvo el pobre hombre primitivo despedazado de la última pintura, la mía era la única forma humana, en medio de las numerosas reliquias y símbolos de vida primordial. As I lay still with closed eyes, free to ponder, many things I had lightly noted in the frescoes came back to me with new and terrible significance - scenes representing the nameless city in its heyday - the vegetations of the valley around it, and the distant lands with which its merchants traded. The allegory of the crawling creatures puzzled me by its universal prominence, and I wondered that it would be so closely followed in a pictured history of such importance. In the frescoes the nameless city had been shewn in proportions fitted to the reptiles. I wondered what its real proportions and magnificence had been, and reflected a moment on certain oddities I had noticed in the ruins. I thought curiously of the lowness of the primal temples and of the underground corridor, which were doubtless hewn thus out of deference to the reptile deities there honoured; though it perforce reduced the worshippers to crawling. Perhaps the very rites here involved crawling in imitation of the creatures. No religious theory, however, could easily explain why the level passages in that awesome descent should be as low as the temples - or lower, since one could not even kneel in it. As I thought of the crawling creatures, whose hideous mummified forms were so close to me, I felt a new throb of fear. Mental associations are curious, and I shrank from the idea that except for the poor primitive man torn to pieces in the last painting, mine was the only human form amidst the many relics and symbols of the primordial life.
Pero en mi extraña y errabunda existencia, el asombro siempre se imponía a mis temores; pues el abismo luminoso y lo que podía contener planteaban un problema valiosísimo para el más grande explorador. No me cabía duda de que al pie de aquella escalera de peldaños singularmente pequeños había un mundo extraño y misterioso, y esperaba encontrar allí los recuerdos humanos que las pinturas del corredor no me habían podido ofrecer. Los frescos representaban ciudades y valles increíbles de esta región inferior, y mi imaginación se demoraba en las ricas ruinas que me esperaban. But as always in my strange and roving existence, wonder soon drove out fear; for the luminous abyss and what it might contain presented a problem worthy of the greatest explorer. That a weird world of mystery lay far down that flight of peculiarly small steps I could not doubt, and I hoped to find there those human memorials which the painted corridor had failed to give. The frescoes had pictured unbelievable cities, and valleys in this lower realm, and my fancy dwelt on the rich and colossal ruins that awaited me.
Mis temores, efectivamente, se relacionaban más con el pasado que con el futuro. Ni siquiera el horror físico de mi situación en aquel angosto corredor de reptiles muertos y frescos antediluvianos, millas por debajo del mundo que yo conocía, y ante ese otro mundo de luces y brumas espectrales, podía compararse con el miedo que sentía ante la abismal antigüedad del escenario y de su espíritu. Una antigüedad tan inmensa que empequeñecía todo cálculo, parecía mirar de soslayo desde las rocas primordiales y los templos tallados de la ciudad sin nombre, mientras que los últimos mapas asombrosos de los frescos mostraban océanos y continentes que el hombre ha olvidado, cuyos contornos eran vagamente familiares. Nadie sabía qué podía haber sucedido en las edades geológicas ya que las pinturas se interrumpían, y la resentida y rencorosa raza había sucumbido a la decadencia. En otro tiempo, estas cavernas y la luminosa región que se abría más allá habían hervido de vida; ahora, me encontraba solo entre estas vívidas reliquias, y temblaba al pensar en los incontables siglos durante los cuales dichas reliquias habían mantenido una vigilia muda y abandonada. My fears, indeed, concerned the past rather than the future. Not even the physical horror of my position in that cramped corridor of dead reptiles and antediluvian frescoes, miles below the world I knew and faced by another world of eery light and mist, could match the lethal dread I felt at the abysmal antiquity of the scene and its soul. An ancientness so vast that measurement is feeble seemed to leer down from the primal stones and rock-hewn temples of the nameless city, while the very latest of the astounding maps in the frescoes shewed oceans and continents that man has forgotten, with only here and there some vaguely familiar outlines. Of what could have happened in the geological ages since the paintings ceased and the death-hating race resentfully succumbed to decay, no man might say. Life had once teemed in these caverns and in the luminous realm beyond; now I was alone with vivid relics, and I trembled to think of the countless ages through which these relics had kept a silent deserted vigil.
De pronto, me invadió nuevamente aquel agudo terror que de cuando en cuando me asaltaba desde que había visto el terrible valle y la ciudad sin nombre bajo la fría luna; y a pesar de mi cansancio, me sorprendí a mí mismo incorporándome frenéticamente, y mirando hacia el oscuro corredor, hacia los túneles que subían al mundo exterior. Me dominó el mismo sentimiento que me había hecho abandonar la ciudad sin nombre por la noche, y que era tan inexplicable como acuciante. Un momento después, sin embargo, sufrí una impresión aún mayor en forma de un ruido definido: el primero que quebraba el absoluto silencio de estas profundidades sepulcrales. Fue un gemido bajo, profundo, como de una multitud lejana de espíritus condenados; y provenía del lugar hacia donde yo miraba. El rumor fue creciendo rápidamente, y no tardó en resonar de forma espantosa por el bajo pasadizo. Al mismo tiempo, tuve conciencia de una corriente de aire frío, cada vez más fuerte, idéntica a la que brotaba de los túneles y barría la ciudad. El contacto de ese viento pareció devolverme el equilibrio; porque instantáneamente recordé las súbitas ráfagas que se levantaban en torno a la entrada del abismo en el amanecer y el crepúsculo, una de las cuales, efectivamente, me había revelado los túneles secretos. Consulté mi reloj y vi que faltaba poco para amanecer, así que me preparé para resistir el vendaval que regresaba a su caverna, del mismo modo que había salido al atardecer. Mi miedo disminuyó otra vez, ya que un fenómeno natural tiende a disipar las elucubraciones sobre lo desconocido. Suddenly there came another burst of that acute fear which had intermittently seized me ever since I first saw the terrible valley and the nameless city under a cold moon, and despite my exhaustion I found myself starting frantically to a sitting posture and gazing back along the black corridor toward the tunnels that rose to the outer world. My sensations were like those which had made me shun the nameless city at night, and were as inexplicable as they were poignant. In another moment, however, I received a still greater shock in the form of a definite sound - the first which had broken the utter silence of these tomb-like depths. It was a deep, low moaning, as of a distant throng of condemned spirits, and came from the direction in which I was staring. Its volume rapidly grew, till it soon reverberated frightfully through the low passage, and at the same time I became conscious of an increasing draught of cold air, likewise flowing from the tunnels and the city above. The touch of this air seemed to restore my balance, for I instantly recalled the sudden gusts which had risen around the mouth of the abyss each sunset and sunrise, one of which had indeed revealed the hidden tunnels to me. I looked at my watch and saw that sunrise was near, so braced myself to resist the gale that was sweeping down to its cavern home as it had swept forth at evening. My fear again waned low, since a natural phenomenon tends to dispel broodings over the unknown.
Cada vez entraba con más violencia el quejumbroso y aullante viento de la noche, precipitándose en el abismo subterráneo. Me dejé caer de nuevo boca abajo, y me agarré vanamente al suelo, temiendo que me arrastrara por la puerta y me precipitara en el abismo fosforescente. No me había esperado una furia semejante; y al darme cuenta de que, en efecto, me iba deslizando por el suelo hacia el abismo, me asaltaron mil nuevos terrores imaginarios. La malignidad de aquella corriente despertó en mí increíbles figuraciones; una vez más me comparé, con un estremecimiento, a la única imagen humana del espantoso corredor, al hombre despedazado por la desconocida raza; porque los zarpazos demoníacos de los torbellinos parecían contener una furia vindicativa tanto más fuerte cuanto que me sentía casi impotente. Cerca del final, creo que grité frenéticamente —casi enloquecido—; si fue así, mis gritos se perdieron en aquella babel infernal de espíritus aulladores. Traté de retroceder arrastrándome contra el torrente invisible y homicida, pero no podía afianzarme siquiera, y seguía siendo arrastrado lenta e inexorablemente hacia el mundo desconocido. Por último, se me debió de trastornar la razón, y empecé a balbucear, una y otra vez, aquel inexplicable dístico del árabe loco Abdul Alhazred, que soñó con la ciudad sin nombre: More and more madly poured the shrieking, moaning night wind into the gulf of the inner earth. I dropped prone again and clutched vainly at the floor for fear of being swept bodily through the open gate into the phosphorescent abyss. Such fury I had not expected, and as I grew aware of an actual slipping of my form toward the abyss I was beset by a thousand new terrors of apprehension and imagination. The malignancy of the blast awakened incredible fancies; once more I compared myself shudderingly to the only human image in that frightful corridor, the man who was torn to pieces by the nameless race, for in the fiendish clawing of the swirling currents there seemed to abide a vindictive rage all the stronger because it was largely impotent. I think I screamed frantically near the last - I was almost mad - but if I did so my cries were lost in the hell-born babel of the howling wind-wraiths. I tried to crawl against the murderous invisible torrent, but I could not even hold my own as I was pushed slowly and inexorably toward the unknown world. Finally reason must have wholly snapped; for I fell to babbling over and over that unexplainable couplet of the mad Arab Alhazred, who dreamed of the nameless city:
«Que no está muerto lo que yace eternamente,
Y con el paso de los evos, aun la muerte puede morir».
«Que no está muerto lo que yace eternamente,
Y con el paso de los evos, aun la muerte puede morir».
  That is not dead which can eternal lie,
  And with strange aeons even death may die.
Sólo los ceñudos y severos dioses del desierto saben lo que ocurrió en realidad; qué forcejeos y luchas sostuve en la oscuridad, o que Abaddon me guió de nuevo a la vida, donde siempre habré de recordar, y estremecerme, cuando sopla el viento de la noche, hasta que el olvido o algo peor me reclame. Fue monstruoso, inmenso, antinatural... muy lejos de cuanto el hombre pueda concebir, salvo en las primeras horas silenciosas y detestables de la madrugada, cuando uno no puede dormir. Only the grim brooding desert gods know what really took place--what indescribable struggles and scrambles in the dark I endured or what Abaddon guided me back to life, where I must always remember and shiver in the night wind till oblivion - or worse - claims me. Monstrous, unnatural, colossal, was the thing - too far beyond all the ideas of man to be believed except in the silent damnable small hours of the morning when one cannot sleep.
He dicho que la furia del viento era infernal —cacodemoníaca—, y que sus voces eran espantosas a causa de una perversidad reprimida durante eternidades de desolación. Luego, estas voces, aunque delante de mí seguían siendo caóticas, imaginó mi cerebro enfebrecido que adoptaban forma articulada detrás; y allá en la tumba de unas antigüedades muertas hacía innumerables evos, leguas debajo del mundo diurno de los hombres, oí horribles maldiciones y gruñidos de demonios de extrañas lenguas. Al volverme, vi recortarse contra el éter luminoso del abismo lo que no podía verse en la oscuridad del corredor: una horda pesadillesca de seres que se precipitaban, de demonios semitransparentes distorsionados por el odio, grotescamente ataviados, y pertenecientes a una raza que nadie habría podido confundir: la de las criaturas reptiles de la ciudad sin nombre. I have said that the fury of the rushing blast was infernal - cacodaemoniacal - and that its voices were hideous with the pent-up viciousness of desolate eternities. Presently these voices, while still chaotic before me, seemed to my beating brain to take articulate form behind me; and down there in the grave of unnumbered aeon-dead antiquities, leagues below the dawn-lit world of men, I heard the ghastly cursing and snarling of strange-tongued fiends. Turning, I saw outlined against the luminous aether of the abyss what could not be seen against the dusk of the corridor - a nightmare horde of rushing devils; hate distorted, grotesquely panoplied, half transparent devils of a race no man might mistake - the crawling reptiles of the nameless city.
Cuando se calmó el viento, me envolvió la negrura más absoluta de las entrañas de la tierra; porque detrás de la última de las criaturas, la gran puerta de bronce se cerró de golpe con un estruendo ensordecedor de música metálica cuyos ecos ascendieron hasta el mundo distante para saludar al sol naciente, como lo saluda Memnón desde las orillas del Nilo. And as the wind died away I was plunged into the ghoul-pooled darkness of earth's bowels; for behind the last of the creatures the great brazen door clanged shut with a deafening peal of metallic music whose reverberations swelled out to the distant world to hail the rising sun as Memnon hails it from the banks of the Nile.
Inicio
LA CIUDAD INNOMBRABLE ESPAÑOLAUDIO 
THE NAMELESS CITYEnglish text 
 

ALBALEARNING HOME
TEXTOS PARALELOS-PARALLEL TEXTS
ALBALEARNING HOME
H.P.LOVECRAFT
CATÁLOGO GENERAL DE AUDIOLIBROS Y LIBROS
AUTORES RECOMENDADOS
Don Quijote - Novelas Ejemplares - Auidiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning William Shakespeare - IV Centenario - Audiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning Especial de Rubén Darío en AlbaLearning - Centenario Especial Amado Nervo Especial de Emilia Pardo Bazán en AlbaLearning - Centenario Federico García Lorca Carmen de Burgos (Colombine) - Audiolibros y Libros Gratis en AlbaLearning
 
ESPECIALES
Esta web utiliza cookies para poder darles una mejor atención y servicio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.

¿Cómo descargar los audiolibros?

Síganos en:

Síganos en Facebook - Síganos en Twitter - Síganos en Youtube

Deje un mensaje:

Guestbook (Deje su mensaje - Leave your message) Guest-book

©2021 AlbaLearning (All rights reserved)