Titulo - Autor
00:00 00:00

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

2708

2533

1528

Fernández de Lizardi

Autor.aspx?id=187

La espada y el sombrero

ObraVersion.aspx?id=1528

-¡Qué no me ves, compañero,
qué guapa y qué noble soy?
Siempre lado a lado voy
del rey y del caballero .

Una espada muy ufana
así a un sobrero decía.
Él replicó; Amiga mía,
poco a poco, no seas vana.

Yo tengo mayor nobleza,
y nunca hablo tan hinchado:
El rey me lleva, no al lado,
sino puesto en la cabeza.

Conozco, clamó la Espada,
tu nobleza y cortesía;
mas no tienes valentía,
en eso no vales nada.

Yo castigo al delincuente;
del noble guardo el honor;
al cobarde doy valor
y defiendo al inocente.

Gloria doy en las campañas;
en la ciudad, brillantez;
y el militar, honra y prez
adquiere con mis hazañas.

Me presto a las diversiones
muy jovial y placentera; .
y soy el arma primera .
que honran las cultas naciones.

A todo esto ¿qué replicas,
cuando es todo tu poder
dar sombra y buen parecer
a gentes pobres o ricas?

-Vales poco, y .en verdad,
clama el Sombrero, te digo
que nunca harás un amigo,
ni reharás una amistad.

Cierto es que jamás dejé
una ciudad destruida, .
ni he combatido en mi vida,
ni campiñas asolé.

Que nunca tuve, no ignoro,
vivas y aplausos rastreros,
ni he servido a maromeros,
ni he matado ningún toro.

Si acaso intentas probar
que eres útil por ser fuerte,
mira lo que haces, y advierte
que bien pudieras errar.

Que hagas bienes, no es extraño;
mas tus instintos fatales,
más que bienes, causan males:
yo jamás infiero daño.

Paz, amistad y contento
lleva en pos mi cortesía;
con tu. violenta osadía
llevas desgracias sin cuento.

Por todo esto, yo no apoco
tus servicios, eso no;
solamente quiero yo
que no me tengas en poco.

De tu rigor inhumano,
puedo muy bien remediar
los agravios, con pasar
de la cabeza a la mano.

Y más de mil que tú has hecho,
yo he reparado, Señora:
¡Vamos a ver! dime ahora
si no soy de honra y provecho.

La Espada, que era de Astorga,
no dijo: esta boca es mía.
El Sombrero bien diría,
puesto que quien calla, otorga.

En efecto, el sombrero
hace más amistades que el acero.

Audio.aspx?id=2533&c=8D4CCDD991903983D9A7D9255296B084D1CD4273&f=220630

244

4 minutos 4 segundos

0

0