Peregrino que vas buscando en vano
 un camino mejor que tu camino,
 ¿cómo quieres que yo te dé la mano,
 si mi signo es tu signo, Peregrino?
 No llegarás jamás a tu destino;
 llevas la muerte en ti como el gusano
 que te roe lo que tienes de humano...
 ¡lo que tienes de humano y de divino!
 Sigue tranquilamente, ¡oh, caminante!
 Todavía te queda muy distante
 ese país incógnito que sueñas...
 Y soñar es un mal. Pasa y olvida,
 pues si te empeñas en soñar, te empeñas
 en aventar la llama de tu vida.