AlbaLearning - Audiolibros y Libros - Learn Spanish

| HOME | AUDIOLIBROS | AMOR | ERÓTICA | HUMOR | INFANTIL | MISTERIO | POESÍA | NO FICCIÓN | BILINGUAL | VIDEOLIBROS | NOVEDADES |

dario en albalearning

Rubén Darío

"Bouquet"

Biografía de Rubén Darío en AlbaLearning

 
 
[ Descargar archivo mp3 ] 13:24
 
Música: Liszt - La Cloche Sonne
 
Bouquet
OBRAS DEL AUTOR
Biografía:
Biografía breve
Poemas:
A Margarita Debayle
Canción de otoño en primavera
Invernal
Lo fatal
Los tres reyes magos
Melancolía
Musa, ka máscara apresta
Pasa y olvida
Sonatina
Cuentos:
Acuarela (Album porteño)
Acuarela (Album santiagués)
Aguafuerte
Bouquet
Al carbón
Canción del oro
Cuento de Nochebuena
El caso de la señorita Amelia
El Dios bueno
El fardo
El ideal
El nacimiento de la col
El palacio del sol
El pájaro azul
El rey burgués
El rubí *
El sátiro sordo
El velo de la reina Mab
En busca de cuadros
La cabeza
La extraña muerte de Fray Pedro
La historia de un picaflor
La isla de la Muerte
La larva
La muerte de la emperatriz de la China
La muerte de Salomé
La ninfa
La pesadilla de Honorio
La última página de Darío: Sol del domingo
La virgen de la Paloma
Naturaleza muerta
Paisaje (Album Porteno)
Paisaje (Album Santiagués)
Palomas blancas y garzas morenas
Por qué?
Sor Filomena
Verónica
Un retrato de Watteau
LE PUEDE INTERESAR
Cuentos Infantiles y Juveniles
Cuentos de Navidad
Cuentos de Amor
Misterio y Terror
     

La linda Stela, en la frescura de sus quince abriles, pícara y risueña, huelga por el jardín acompañada de una caterva bulliciosa.

Se oye entre las verduras y los follajes trisca y algazara. Querubines de tres, de cuatro, de cinco años, chillan aturden y cortan ramos florecidos. Suena en el jardín como un tropel de mariposas o una alegre bandada de gorriones.

De pronto se dispersan. Cada chiquilla busca su regazo. Stela da a cada cual un dulce y una caricia; besa a su madre, y luego viene a mostrarme, toda encendida y agitada, el manojo de flores que ha cogido.

Sentada cerca de mí, tiene en las faldas una confusión de pétalos y de hojas. Allí hay un pedazo de iris hecho trizas. Es una muchedumbre de colores y una dulce mezcla de perfumes.

Aquella falda es una primavera.

Stela, flor viva, tiene en los labios una rosa diminuta. La púrpura de la rosa se avergüenza de la sangre de la boca.

Por fin me dijo:

–Y bien, amigo mío, usted me ha ofrecido acompañarme en mi revista de flores. Cumpla usted. Aquí hay muchas; son preciosas. ¿Qué me dice de esta azucena? ¡Vaya! ¡Sirva usted de algo!..

Empezamos por esa reina, la rosa. ¡Viejo Aquiles Tacio! Bien dices que si Jove hubiera de elegir un soberano de las flores, ella sería la preferida, como hermosura de las plantas, honra del campo y ojo de Flora.

Hela aquí. Sus pétalos aterciopelados tienen la forma del ala de un amorcillo. En los banquetes de los antiguos griegos, esos pétalos se mezclaban en las ánforas con el vino. ¡Aquí Anacreonte, el dulce cantor de la vejez alegre! Ámbar de los labios, le dice, gozo de las almas. Las Gracias la prefieren, y se adornan con ella en el tiempo del amor. Venus y las Musas la buscan por valiosa y por garrida. La rosa es como la luz en las mesas. De rosa son hechos los brazos de las ninfas y los dedos de la aurora. A Venus, la llaman los poetas rósea.

Luego, el origen de la reina de las flores.

Cuando Venus nació en las espumas, cuando Minerva salió del cerebro del padre de los dioses, Cibeles hizo brotar el rosal primitivo.

Además ¡oh Stela! Has de convencerte de que es ella la mejor urna del rocío, la mejor copa del pájaro y la rival más orgullosa de tus mejillas rosadas.

Esa que has apartado y que tanto te gusta vino de Bengala, lugar de sueños, de perlas, de ojos ardientes y de tigres formidables. De allí fue traída a Europa por el muy noble lord Mac-Artenny, un gran señor amigo de las flores –como tú y como yo.

Junto a la rosa has puesto a la hortensia, que se diría recortada de un trozo de seda, y cuyo color se asemeja al que tienes en las yemas de tus dedos de ninfa.

La hortensia lleva el nombre de la hija de aquella pobre emperatriz Josefina, por razón de que esta gran señora tuvo la primera flor de tal especie que hubo en Francia.

La hortensia es hoy europea, por obra del mismo lord galante de la rosa de Bengala.

Ahí está el lirio, blanco, casi pálido; ¡graciosa flor de la pureza!

Los bienaventurados, ante el fuego divino que emerge el trono de Dios, están extáticos, con su corona de luceros y su rama de lirio.

Es la meláncolica flor de las noches de luna. ¡Dícese, Stela, que hay pájaros románticos que en las calladas arboledas cantan amores misteriosos de estrellas y de lirios!...

¡Está aquí la no-me-olvides!

Flor triste, amiga, que es cantada en las lieder alemanas.

Es una vieja y enternecedora leyenda,

Ella y él, amada y amado, van por la orilla de un río, llenos de ilusiones y de dicha.

De pronto, ella ve una flor a la ribera, y la desea. El va, y al cortarla, resbala y se hunde en la corriente. Se siente morir, pero logra arrojar la flor a su querida, y exclama:

–¡No me olvides!

Ahí las lieder.

Es el dulce vergiss mein nicht de los rubios alemanes.

Déjame colocar enseguida la azucena. De su cáliz parece que exhala el aliento de Flora.

¡Flor santa y antigua! La Biblia está sembrada de azucenas. El Cantar de los cantares tiene su aroma halagador.

Se me figura que ella era la reina del Paraíso. En la puerta del Edén, debe de haberse respirado fragancia de azucenas.

Suiza tiene la ribera de sus lagos bordada de tan preciadas flores. Es la tierra donde más abundan.

Aquí la camelia ¡oh, Margarita! blanca y bella y avara de perfume.

Está su cuna allá en Oriente, en las tierras de China. Nació junta al melati perfumado. Sus pétalos son inodoros. Es la flor de aquella pobre María Duplessys, que murió de muerte, y que se apellidó La dama de las camelias.

A principios de este siglo un viejo religioso predicaba el Evangelio en China. Por santidad y ciencia, aquel sacerdote era querido y respetado. Pudo internarse en incultas regiones desconocidas. Allí predicó su doctrina y ensanchó su ciencia. Allí descubrió la camelia, flor que ha perpetuado su nombre.

El religioso se llamaba el reverendo Padre Camelín.

¿También azahares?

Es la flor de la castidad. Es la corona de las vírgenes desposadas. Hay una bendición divina en la frente que luce esa guirnalda de las felices bodas.

La santa dicha del hogar recibe a sus favorecidos en el dintel de su templo con una sonrisa del cielo y un ramo de azahares.

Debes gustar de las lilas, Stela. Tienen algo de apacible, con su leve color morado y su agradable aroma, casi enervador.

Las lilas son de Persia, el lejano país de los cuentos de hadas.

Su nombre viene del persa lilang, que significa azulado.

Fue llevada la bella flor a Turquía, y allí se llamó lilae.

En tiempo del rey cristianismo Luis decimocuarto, Noite, su embajador, llevó a Francia la lila.

¡Es una dulce y simpática flor!

Veo que me miras entre celosa y extrañada, por haber echado en olvido a tu preferida.

Deja, deja de celos y de temores; que, en verdad te digo, niña hermosa, desdeñaría todas las rosas y azucenas del mundo por una sola violeta.

Pon a un lado, pues, todas las otras flores, y hablemos de esta amada poderosa.

Bajo su tupido manto de hojas, la besa el aire a escondidas. Ella tiembla, se oculta, y el aire, y la mariposa, y el rayo de sol, se cuelan por ramajes y verdores y la acarician en secreto.

Al primer rumoreo de la aurora, al primer vagido del amanecer, la violeta púdica y sencilla da al viento que pasa su perfume de flor virgen, su contingente de vida en el despertamiento universal.

Hay una flor que la ama.

El pensamiento es el donoso enamorado de la violeta.

Si está lejos, le envía su aroma; si cerca, confunde sus ramas con las de ella.

Y luego, amiga mía, juntas van ¡flores del amor y del recuerdo! en el ojal de la levita, frescas y nuevas, acabadas de cortar, o van secas, entre las hojas santinadas del devocionario que abren blancas y finas manos, y leen ojos azules como los de Minerva, o negros y ardientes, Stela, ¡como esos ojos con que me miras!...

 

*“La Época, Santiago, 9 de diciembre de 1886. Fue recogido por Raúl Silva Castro en sus “Obras desconocidas de Rubén Darío, escritas en Chile y no recopiladas en ninguno de sus libros” Santiago, 1934

Inicio
 

Índice del Autor

Cuentos Infantiles y Juveniles

Cuentos de Navidad

Cuentos de Amor

Misterio y Terror

 
 
 

¡Nuevos cada día!

NOvedades en AlbaLearning - Nuevos audiolibros cada día


De actualidad
Cuentos de Navidad *
Misterio y terror *
Literatura erótica para adultos. Guentos galantes. *
Cuentos de amor y desamor para San Valentín *
Colección de Poemas *

Fábulas *
Biografías Breves *
Pensamientos, Máximas y Aforismos *
Especiales
Santa Teresa de Jesús
Cervantes
Shakespeare
Rubén Darío
Emilia Pardo Bazán
Federico García Lorca
Julia de Asensi
Carmen de Burgos
 
Especial
"Los huesos del abuelo" de Carmen de Burgos
"D. Jeckill y Mr Hyde" de R. Louis Stevenson
"El diablo desinteresado" de Amado Nervo
"La casa de Bernarda Alba" de F. García Lorca
AUTORES RECOMENDADOS
Don Quijote - Novelas Ejemplares - Auidiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning William Shakespeare - IV Centenario - Audiolibro y Libro Gratis en AlbaLearning Especial de Rubén Darío en AlbaLearning - Centenario Especial Amado Nervo Especial de Emilia Pardo Bazán en AlbaLearning - Centenario Federico García Lorca Carmen de Burgos (Colombine) - Audiolibros y Libros Gratis en AlbaLearning
 
ESPECIALES
Esta web utiliza cookies para poder darles una mejor atención y servicio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.

¿Cómo descargar los audiolibros?

Síganos en:

Síganos en Facebook - Síganos en Twitter - Síganos en Youtube

Deje un mensaje:

Guestbook (Deje su mensaje - Leave your message) Guest-book

©2021 AlbaLearning (All rights reserved)