LA FUERZA DE LA SANGRE (Sección 3)
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| THE FORCE OF BLOOD (Section 3)
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Finalmente, sacaron a luz la verdad de todas sus sospechas los escalones, que ella había contado cuando la sacaron del aposento tapados los ojos (digo los escalones que había desde allí a la calle, que con advertencia discreta contó). Y, cuando volvió a su casa, dejando a su hijo, los volvió a contar y halló cabal el número. Y, confiriendo unas señales con otras, de todo punto certificó por verdadera su imaginación, de la cual dio por estenso cuenta a su madre, que, como discreta, se informó si el caballero donde su nieto estaba había tenido o tenía algún hijo. Y halló que el que llamamos Rodolfo lo era, y que estaba en Italia; y, tanteando el tiempo que le dijeron que había faltado de España, vio que eran los mismos siete años que el nieto tenía. |
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Finally, to corroborate all the other indications, and confirm the truth of her discovery beyond all question, she counted the steps of the staircase leading from the room to the street, and found the number exactly what she had expected; for she had had the presence of mind to count them on the former occasion, when she descended them blindfold. On her return home, she imparted her discovery to her mother, who immediately made inquiries as to whether the gentleman in whose house her grandson lay ever had a son. She found he had one son, Rodolfo—as we call him—who was then in Italy; and on comparing the time he was said to have been abroad with that which had elapsed since her daughter's ravishment, she found them to agree very closely. She made all this known to her husband; and it was finally settled between the three that they should not move in the matter for the present, but wait till the will of Heaven had declared itself respecting the little patient. |
Dio aviso de todo esto a su marido, y entre los dos y su hija acordaron de esperar lo que Dios hacía del herido, el cual dentro de quince días estuvo fuera de peligro y a los treinta se levantó; en todo el cual tiempo fue visitado de la madre y de la abuela, y regalado de los dueños de la casa como si fuera su mismo hijo. Y algunas veces, hablando con Leocadia doña Estefanía, que así se llamaba la mujer del caballero, le decía que aquel niño parecía tanto a un hijo suyo que estaba en Italia, que ninguna vez le miraba que no le pareciese ver a su hijo delante. Destas razones tomó ocasión de decirle una vez, que se halló sola con ella, las que con acuerdo de sus padres había determinado de decille, que fueron éstas o otras semejantes: |
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Luis was out of danger in a fortnight; in a month he rose from his bed; and during all that time he was visited daily by his mother and grandmother, and treated by the master and mistress of the house as if he was their own child. Doña Estafania, the kind gentleman's wife, often observed, in conversation with Leocadia, that the boy so strongly resembled a son of hers who was in Italy, she never could look at him without thinking her son was actually before her. One day, when Doña Estafania repeated this remark, no one being present but herself and Leocadia, the latter thought it a good opportunity to open her mind to the lady, in the manner previously concerted between herself and her parents. |
-El día, señora, que mis padres oyeron decir que su sobrino estaba tan malparado, creyeron y pensaron que se les había cerrado el cielo y caído todo el mundo a cuestas. Imaginaron que ya les faltaba la lumbre de sus ojos y el báculo de su vejez, faltándoles este sobrino, a quien ellos quieren con amor de tal manera, que con muchas ventajas excede al que suelen tener otros padres a sus hijos. Mas, como decirse suele, que cuando Dios da la llaga da la medicina, la halló el niño en esta casa, y yo en ella el acuerdo de unas memorias que no las podré olvidar mientras la vida me durare. Yo, señora, soy noble porque mis padres lo son y lo han sido todos mis antepasados, que, con una medianía de los bienes de fortuna, han sustentado su honra felizmente dondequiera que han vivido. |
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"Señora," she said, "when my parents heard of the terrible accident that had befallen their nephew, they felt as if the sky had fallen upon their heads. For them it was losing the light of their eyes, and the staff of their age, to lose their nephew, their love for whom far surpasses that which parents commonly bear towards their sons. But, as the proverb says, with the disease God sends the remedy. The boy found his recovery in this house; and I found in it reminiscences of events I shall never forget as long as I live. I, señora, am noble, for so are my parents, and so were all my ancestors, who, though but moderately endowed with the gifts of fortune, always happily maintained their honour where-ever they lived." |
Admirada y suspensa estaba doña Estefanía, escuchando las razones de Leocadia, y no podía creer, aunque lo veía, que tanta discreción pudiese encerrarse en tan pocos años, puesto que, a su parecer, la juzgaba por de veinte, poco más a menos. Y, sin decirle ni replicarle palabra, esperó todas las que quiso decirle, que fueron aquellas que bastaron para contarle la travesura de su hijo, la deshonra suya, el robo, el cubrirle los ojos, el traerla a aquel aposento, las señales en que había conocido ser aquel mismo que sospechaba. Para cuya confirmación sacó del pecho la imagen del crucifijo que había llevado, a quien dijo: |
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Doña Estafania listened attentively to Leocadia, and was astonished to hear her speak with an intelligence beyond her years, for she did not think her more than twenty; and without interrupting her by a single word, she heard her relate her whole story, how she had been forcibly carried into that chamber, what had been done to her there, and by what tokens she had been able to recognise it again. In confirmation of all this, she drew forth from her bosom the crucifix she had taken away with her, and thus addressed it: |
-Tú, Señor, que fuiste testigo de la fuerza que se me hizo, sé juez de la enmienda que se me debe hacer. De encima de aquel escritorio te llevé con propósito de acordarte siempre mi agravio, no para pedirte venganza dél, que no la pretendo, sino para rogarte me dieses algún consuelo con que llevar en paciencia mi desgracia. |
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"Lord, who wast witness of the violence done to me, be thou the judge of the amends which are my due. I took thee from off this cabinet, that I might continually remind thee of my wrong, not in order to pray to thee for vengeance, which I do not invoke, but to beseech thee to inspire me with some counsel which may enable me to bear it with patience." Then turning to Doña Estafania, |
»Este niño, señora, con quien habéis mostrado el estremo de vuestra caridad, es vuestro verdadero nieto. Permisión fue del cielo el haberle atropellado, para que, trayéndole a vuestra casa, hallase yo en ella, como espero que he de hallar, si no el remedio que mejor convenga, y cuando no con mi desventura, a lo menos el medio con que pueda sobrellevalla. |
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"This boy, señora," she said, "towards whom you have manifested the extreme of your great kindness and compassion, is your own grandson. It was by the merciful providence of Heaven that he was run over, in order that being taken to your house, I should find him in it, as I hope to find there, if not the remedy most appropriate to my misfortune, at least the means of alleviating it." |
Diciendo esto, abrazada con el crucifijo, cayó desmayada en los brazos de Estefanía, la cual, en fin, como mujer y noble, en quien la compasión y misericordia suele ser tan natural como la crueldad en el hombre, apenas vio el desmayo de Leocadia, cuando juntó su rostro con el suyo, derramando sobre él tantas lágrimas que no fue menester esparcirle otra agua encima para que Leocadia en sí volviese. |
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Thus saying, and pressing the crucifix to her breast, she fell fainting into the arms of Doña Estafania, who as a gentlewoman, to whose sex pity is as natural as cruelty is to man, instantly pressed her lips to those of the fainting girl, shedding over her so many tears that there needed no other sprinkling of water to recover Leocadia from her swoon. |
Estando las dos desta manera, acertó a entrar el caballero marido de Estefanía, que traía a Luisico de la mano; y, viendo el llanto de Estefanía y el desmayo de Leocadia, preguntó a gran priesa le dijesen la causa de do procedía. El niño abrazaba a su madre por su prima y a su abuela por su bienhechora, y asimismo preguntaba por qué lloraban. |
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Whilst the two were in this situation, Doña Estafania's husband entered the room, leading little Luis by the hand. On seeing his wife all in tears, and Leocadia fainting, he eagerly inquired the cause of so startling a spectacle. The boy having embraced his mother, calling her his cousin, and his grandmother, calling her his benefactress, repeated his grandfather's question. |
-Grandes cosas, señor, hay que deciros -respondió Estefanía a su marido-, cuyo remate se acabará con deciros que hagáis cuenta que esta desmayada es hija vuestra y este niño vuestro nieto. Esta verdad que os digo me ha dicho esta niña, y la ha confirmado y confirma el rostro deste niño, en el cual entrambos habemos visto el de nuestro hijo. |
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"I have great things to tell you, señor," said Doña Estafania to her husband, "the cream and substance of which is this: the fainting girl before you is your daughter, and that boy is your grandson. This truth which I have learned from her lips is confirmed by his face, in which we have both beheld that of our son." |
-Si más no os declaráis, señora, yo no os entiendo -replicó el caballero. |
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"Unless you speak more fully, señora, I cannot understand you," replied her husband. |
En esto volvió en sí Leocadia, y, abrazada del crucifijo, parecía estar convertida en un mar de llanto. Todo lo cual tenía puesto en gran confusión al caballero, de la cual salió contándole su mujer todo aquello que Leocadia le había contado; y él lo creyó, por divina permisión del cielo, como si con muchos y verdaderos testigos se lo hubieran probado. Consoló y abrazó a Leocadia, besó a su nieto, y aquel mismo día despacharon un correo a Nápoles, avisando a su hijo se viniese luego, porque le tenían concertado casamiento con una mujer hermosa sobremanera y tal cual para él convenía. No consintieron que Leocadia ni su hijo volviesen más a la casa de sus padres, los cuales, contentísimos del buen suceso de su hija, daban sin cesar infinitas gracias a Dios por ello. |
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Just then Leocadia came to herself, and embracing the cross seemed changed into a sea of tears, and the gentleman remained in utter bewilderment, until his wife had repeated to him, from beginning to end, Leocadia's whole story; and he believed it, through the blessed dispensation of Heaven, which had confirmed it by so many convincing testimonies. He embraced and comforted Leocadia, kissed his grandson, and that same day he despatched a courier to Naples, with a letter to his son, requiring him to come home instantly, for his mother and he had concluded a suitable match for him with a very beautiful lady. They would not allow Leocadia and her son to return any more to the house of her parents, who, overjoyed at her good fortune, gave thanks for it to Heaven with all their hearts. |
Llegó el correo a Nápoles, y Rodolfo, con la golosina de gozar tan hermosa mujer como su padre le significaba, de allí a dos días que recibió la carta, ofreciéndosele ocasión de cuatro galeras que estaban a punto de venir a España, se embarcó en ellas con sus dos camaradas, que aún no le habían dejado, y con próspero suceso en doce días llegó a Barcelona, y de allí, por la posta, en otros siete se puso en Toledo y entró en casa de su padre, tan galán y tan bizarro, que los etremos de la gala y de la bizarría estaban en él todos juntos. |
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The courier arrived at Naples; and Rodolfo, eager to become possessed of so beautiful a wife as his father had described, took advantage of the opportunity offered by four galleys which were ready to sail for Spain; and two days after the receipt of the letter he embarked with his two comrades, who were still with him. After a prosperous run of twelve days, he reached Barcelona, whence he posted in seven to Toledo, and entered his father's house, dressed in the very extreme of fashionable bravery. |
Alegráronse sus padres con la salud y bienvenida de su hijo. Suspendióse Leocadia, que de parte escondida le miraba, por no salir de la traza y orden que doña Estefanía le había dado. Las camaradas de Rodolfo quisieran irse a sus casas luego, pero no lo consintió Estefanía por haberlos menester para su designio. Estaba cerca la noche cuando Rodolfo llegó, y, en tanto que se aderezaba la cena, Estefanía llamó aparte las camaradas de su hijo, creyendo, sin duda alguna, que ellos debían de ser los dos de los tres que Leocadia había dicho que iban con Rodolfo la noche que la robaron, y con grandes ruegos les pidió le dijesen si se acordaban que su hijo había robado a una mujer tal noche, tanto años había; porque el saber la verdad desto importaba la honra y el sosiego de todos sus parientes. Y con tales y tantos encarecimientos se lo supo rogar, y de tal manera les asegurar que de descubrir este robo no les podía suceder daño alguno, que ellos tuvieron por bien de confesar ser verdad que una noche de verano, yendo ellos dos y otro amigo con Rodolfo, robaron en la misma que ella señalaba a una muchacha, y que Rodolfo se había venido con ella, mientras ellos detenían a la gente de su familia, que con voces la querían defender, y que otro día les había dicho Rodolfo que la había llevado a su casa; y sólo esto era lo que podían responder a lo que les preguntaban. |
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His parents were beyond measure rejoiced at his safe arrival, after so long an absence; and Leocadia was filled with indescribable emotions, as she beheld him, herself unseen, from a secret place in which she had been stationed by Doña Estafania's contrivance. Rodolfo's two comrades proposed to take leave of him at once, and retire to their own homes; but Estafania would not suffer them to depart, for their presence was needful for the execution of a scheme she had in her head. It was nearly night when Rodolfo arrived; and whilst preparations were making for supper, Estafania took her son's companions aside, believing that they were two of the three whom Leocadia mentioned as having been with Rodolfo on the night of her abduction. She earnestly entreated them to tell her, if they remembered that her son had carried off a young woman, on such a night, so many years ago; for the honour and the peace of mind of all his relations depended on their knowing the truth of that matter. So persuasive were her entreaties, and so strong her assurances that no harm whatever could result to them from the information she sought, they were induced to confess that one summer's night, the same she had mentioned, themselves and another friend being out on a stroll with Rodolfo, they had been concerned in the abduction of a girl whom Rodolfo carried off, whilst the rest of them detained her family, who made a great outcry, and would have defended her if they could. They added that Rodolfo told them, on the following day, that he had carried the girl to his own apartment; and this was all they knew of the matter. |
La confesión destos dos fue echar la llave a todas las dudas que en tal caso le podían ofrecer; y así, determinó de llevar al cabo su buen pensamiento, que fue éste: poco antes que se sentasen a cenar, se entró en un aposento a solas su madre con Rodolfo, y, poniéndole un retrato en las manos, le dijo: |
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All doubts which could possibly have remained on the case having been removed by this confession, Estafania determined to pursue her scheme. Shortly before supper she took her son in private into a room, where she put the portrait of a lady into his hands, saying, |
-Yo quiero, Rodolfo hijo, darte una gustosa cena con mostrarte a tu esposa: éste es su verdadero retrato, pero quiérote advertir que lo que le falta de belleza le sobra de virtud; es noble y discreta y medianamente rica, y, pues tu padre y yo te la hemos escogido, asegúrate que es la que te conviene. |
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"Here is something to give you an appetite for your supper, Rodolfo; this is the portrait of your bride; but I must tell you that what she wants in beauty is more than made up for in virtue. She is of good family, and tolerably wealthy; and since your father and I have made choice of her, you may be assured she will suit you very well." |
Atentamente miró Rodolfo el retrato, y dijo: |
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-Si los pintores, que ordinariamente suelen ser pródigos de la hermosura con los rostros que retratan, lo han sido también con éste, sin duda creo que el original debe de ser la misma fealdad. A la fe, señora y madre mía, justo es y bueno que los hijos obedezcan a sus padres en cuanto les mandaren; pero también es conveniente, y mejor, que los padres den a sus hijos el estado de que más gustaren. Y, pues el del matrimonio es nudo que no le desata sino la muerte, bien será que sus lazos sean iguales y de unos mismos hilos fabricados. La virtud, la nobleza, la discreción y los bienes de la fortuna bien pueden alegrar el entendimiento de aquel a quien le cupieron en suerte con su esposa; pero que la fealdad della alegre los ojos del esposo, paréceme imposible. Mozo soy, pero bien se me entiende que se compadece con el sacramento del matrimonio el justo y debido deleite que los casados gozan, y que si él falta, cojea el matrimonio y desdice de su segunda intención. Pues pensar que un rostro feo, que se ha de tener a todas horas delante de los ojos, en la sala, en la mesa y en la cama, pueda deleitar, otra vez digo que lo tengo por casi imposible. Por vida de vuesa merced, madre mía, que me dé compañera que me entretenga y no enfade; porque, sin torcer a una o a otra parte, igualmente y por camino derecho llevemos ambos a dos el yugo donde el cielo nos pusiere. Si esta señora es noble, discreta y rica, como vuesa merced dice, no le faltará esposo que sea de diferente humor que el mío: unos hay que buscan nobleza, otros discreción, otros dineros y otros hermosura; y yo soy destos últimos. Porque la nobleza, gracias al cielo y a mis pasados y a mis padres, que me la dejaron por herencia; discreción, como una mujer no sea necia, tonta o boba, bástale que ni por aguda despunte ni por boba no aproveche; de las riquezas, también las de mis padres me hacen no estar temeroso de venir a ser pobre. La hermosura busco, la belleza quiero, no con otra dote que con la de la honestidad y buenas costumbres; que si esto trae mi esposa, yo serviré a Dios con gusto y daré buena vejez a mis padres. |
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"Well," said Rodolfo, staring at the portrait, "if the painter of this portrait has flattered the original as much as painters usually do, then beyond all doubt the lady must be the very incarnation of ugliness. Truly, my lady mother, if it is just and right that sons should obey their parents in all things, it is no less proper that parents should have regard to the inclinations of their sons; and since matrimony is a bond not to be loosed till death, they ought to take care that it shall press as smoothly and equably as possible. Virtue, good birth, prudence, and the gifts of fortune, are all very good things, and may well gladden the heart of whoever may have the lot to obtain this lady for a wife; but that her ugliness can ever gladden the eyes of her spouse, appears to me an impossibility. I am a bachelor to be sure, but I perfectly comprehend the coincidence there should be between the sacrament of marriage and the just and due delight mutually enjoyed by the married pair, and that if that be wanting, the object of marriage is frustrated; for to imagine that an ugly face which one must have before his eyes at all hours, in the hall, at table, and in bed, I say once more that is impossible. For God's sake, my lady mother, give me a wife who would be an agreeable companion, not one who will disgust me, so that we may both bear evenly, and with mutual good-will, the yoke imposed on us by Heaven, instead of pulling this way and that way, and fretting each other to death. If this lady is well-born, discreet, and rich as you say, she will easily find a husband of a different humour from mine. Some look for noble blood in a wife, some for understanding, others for money, and others again for beauty, and of the latter class I am one. As for high birth, thank Heaven and my ancestors I am well enough off in that respect; as for understanding, provided a woman is neither a dolt nor a simpleton, there is no need of her having a very subtle wit; in point of wealth, I am amply provided by my parents; but beauty is what I covet, with no other addition than virtue and good breeding. If my wife brings me this, I will thank Heaven for the gift, and make my parents happy in their old age." |