-Si fueras un palomo mensajero como yo -me dijo después de haberme escuchado- las simplezas que tanto te afligen no te inquietarían ni un segundo. Nosotros viajamos, ésa es nuestra vida, y tenemos amores, pero yo no sé quién es mi padre. Hender el aire, atravesar el espacio, ver a nuestros pies los montes y las llanuras, respirar el aire mismo de los cielos, y no las exhalaciones de la tierra, correr como una flecha hacia un objetivo marcado que no se nos escapa jamás, ése es nuestro placer y nuestra existencia. Hago más trayecto en un día que un hombre puede hacer en diez.
— Si tu étais un ramier comme moi, me dit-il après m’avoir écouté, les niaiseries dont tu t’affliges ne t’inquiéteraient pas un moment. Nous voyageons, c’est là notre vie, et nous avons bien nos amours, mais je ne sais qui est mon père. Fendre l’air, traverser l’espace, voir à nos pieds les monts et les plaines, respirer l’azur même des cieux, et non les exhalaisons de la terre, courir comme la flèche à un but marqué qui ne nous échappe jamais, voilà notre plaisir et notre existence. Je fais plus de chemin en un jour qu’un homme n’en peut faire en dix.