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Vicente Huidobro

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El amigo doloroso

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Este amigo que como doloroso es un gran poeta habló así: 

 Yo nunca en mi vida he sonreído sinceramente. Nadie ha reído menos que yo. 

 Con cuanta razón, oh amigos, me decís siempre que mis sonrisas tienen un aire de falsedad. 

 Yo vivo en mis ensueños dolorosos como si mi alma se encontrara sumergida entre dos ondas de música melancólica. 

 Yo vivo sumido en mis ensueños dolorosos. 

 Y mi espíritu es superior al de los demás hombres porque ha sufrido más. 

Yo me he formado a mí mismo. Este es mi mayor orgullo. Yo no me debo a nadie. 

Si algún maestro queréis buscarme este maestro es el dolor. 

El dolor y la observación serena y apasionada son las fuentes de donde yo he brotado. 

Toda mi grandeza está en la intensidad de mi vida interior. 

La música y la poesía me han dado las mayores sensaciones suavemente vigorosas que he saboreado en toda mi vida. 

La poesía y la música hacen vagar mi espíritu por luminosidades inauditas. Ante ellas me siento desmaterializado y propicio a las más extrañas iniciaciones. 

La poesía y la música hacen morir mi carne y ante ellas me siento inmaterial, soy solamente un reflejo de luna en un estanque  sereno. 

Por eso yo amo sólo a las mujeres hermosas que se han muerto, a esas mujeres cuya voz arrobadora queda aun vagando en mis oídos como el canto del mar en los caracoles. 

Y por eso también yo amo con tan infinita ternura a esas almas vírgenes que están aguardando algo supremo en el umbral de la vida. 

¡Oh! la solemne belleza de las almas en espera. 

Una fatiga de luz se ha dormido en mis ojos y es que estoy ante la poesía y la música, es que estoy en el momento de los supremos augurios. 

Ahora deseo darme por entero, ahora deseo que la dolorosa poesía de mi corazón entre en vuestros espíritus como un río desbordado. 

Ahora quiero darme sin reservas. Quiero arrebatar a la muerte la divina alegría de la disgregación. 

Cuando estoy ante la poesía y la música me siento mío por entero. Cogedme ahora que soy de vosotros. 

Mirad ahora mi belleza interna. 

Ahora que siento sobre mi espíritu todos los dolores del pasado y todos los dolores en gestación para el futuro. 

Ahora que mi alma está a la sombra de los mayores presentimientos. 

Contempladme ahora, escuchadme ahora, mas pensad que mi alma nunca sentirá una gran alegría.

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