Un Mastín, que ya sin dientes De puro viejo se vía, Ladraba de noche y día A toda clase de gentes.
— «Aullidos impertinentes Son esos a mi entenderDijo otro Mastín, al ver Su empeño en alborotar: ¿De qué te sirve ladrar, Si ya no puedes morder?»
51
54
42
M. A. Príncipe
Autor.aspx?id=9
Los dos mastines
ObraVersion.aspx?id=42
Audio.aspx?id=54&c=E12A74220EC20FF9764D59E71B28F07807EE1B3F&f=180730
55
55 segundos
0
Esta página web usa cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para gestionar el sitio web, recabar información sobre la utilización del mismo y mejorar nuestros servicios. Más información.