La oveja y el ciervo - Samaniego

Un celemín de trigo
Pidió a la Oveja el Ciervo, y la decía:
«Si es que usted de mi paga desconfía,
A presentar me obligo
Un fiador desde luego,
Que no dará lugar a tener queja.»
«Y ¿quién es éste?», preguntó la Oveja.
«Es un lobo abonado, llano y lego.»
«¡Un lobo! ya; mas hallo un embarazo:
Si no tenéis más fincas que él sus dientes,
Y tú los pies para escapar valientes,
¿A quién acudiré, cumplido el plazo?»

Si quién es el que pide y sus fiadores,
Antes de dar prestado se examina,
Será menor, sin otra medicina,
La peste de los malos pagadores.

00:00 01:29

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

5714

5401

3535

Samaniego

Autor.aspx?id=410

La oveja y el ciervo

ObraVersion.aspx?id=3535

Un celemín de trigo
Pidió a la Oveja el Ciervo, y la decía:
«Si es que usted de mi paga desconfía,
A presentar me obligo
Un fiador desde luego,
Que no dará lugar a tener queja.»
«Y ¿quién es éste?», preguntó la Oveja.
«Es un lobo abonado, llano y lego.»
«¡Un lobo! ya; mas hallo un embarazo:
Si no tenéis más fincas que él sus dientes,
Y tú los pies para escapar valientes,
¿A quién acudiré, cumplido el plazo?»

Si quién es el que pide y sus fiadores,
Antes de dar prestado se examina,
Será menor, sin otra medicina,
La peste de los malos pagadores.

Audio.aspx?id=5401&c=194069E77A7616BF233F3787592DE4618BBA0A7A&f=000721

89

1 minuto 29 segundos

0

0

Esta página web usa cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para gestionar el sitio web, recabar información sobre la utilización del mismo y mejorar nuestros servicios. Más información.