La muerte y el desventurado - La Fontaine

Llamaba un Desgraciado cada día
En su ayuda la Muerte;
"¡Cuán bella eres, señora, le decía,
Ven pronto a terminar mi triste suerte!"
Pensó ella que acudiendo le servía,
Llama a la puerta, y entra, y se aproxima,
Y grita contemplándola el pobrete:
" ¿Qué es eso tan horrible que da grima?
¡No te acerques, oh monstruo! ¡véte, véte!"

Mecenas, que fue un hombre distinguido,
Dijo en alguna parte: "Yo consiento
En ser manco, impotente y aun tullido,
Con tal que viva, y estaré contento".
No vengas nunca, ¡oh Muerte! con espanto
Yo te digo otro tanto.

00:00 01:29

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

3781

3529

2271

La Fontaine

Autor.aspx?id=267

La muerte y el desventurado

ObraVersion.aspx?id=2271

Llamaba un Desgraciado cada día
En su ayuda la Muerte;
"¡Cuán bella eres, señora, le decía,
Ven pronto a terminar mi triste suerte!"
Pensó ella que acudiendo le servía,
Llama a la puerta, y entra, y se aproxima,
Y grita contemplándola el pobrete:
" ¿Qué es eso tan horrible que da grima?
¡No te acerques, oh monstruo! ¡véte, véte!"

Mecenas, que fue un hombre distinguido,
Dijo en alguna parte: "Yo consiento
En ser manco, impotente y aun tullido,
Con tal que viva, y estaré contento".
No vengas nunca, ¡oh Muerte! con espanto
Yo te digo otro tanto.

Audio.aspx?id=3529&c=86E898E8F7501888FBD7EB3336427A0968279197&f=180753

89

1 minuto 29 segundos

0

0

Esta página web usa cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para gestionar el sitio web, recabar información sobre la utilización del mismo y mejorar nuestros servicios. Más información.