Titulo - Autor
00:00 00:00

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

16744

2539

1534

Fernández de Lizardi

Autor.aspx?id=187

Celia y la mariposa

ObraVersion.aspx?id=1534

Estaba Celia hemosa
una noche leyendo entretenida,
cuando una Mariposa
entró en el aposento, y, aturdida,
en torno de la luz tanto giraba
que las alas, a veces, se ·quelnaba.

La ve Celia y le dice:
Mariposilla incauta, considera
que, víctima infelice,
morirás en la llama lisonjera
que tanto te apasiona y te provoca.
Desengáñate, pues, y no seas loca.

No te acerques, detente;
huye, que ruina cierta te prepara
a tu vida inocente
esa llama brillante, esa luz clara,
entre cuyos ardientes resplandores
solo hallarás desgracias y dolores.

Esa llama es un fuego
inclemente y voraz; y en trance duro,
por tu apetito ciego,_
te verás, pues deleite
el fuego te parece; mas placeres
hallar en esa lumbre nunca esperes.

Es, como amor, la llama.
Huye, Mariposilla, su presencia.
Mira que Celia ama
y te habla con grandísima experiencia.
Lejos, amor y fuego disimulan
su veneno, de cerca ya no adulan.

Huye, pues, los voraces
incendios que delicias consideras;
huye antes que te abrases; .
admite mi consejo antes que mueras.

¡Oh cuántas mariposas racionales
deben apro vechar a visos tales!

Audio.aspx?id=2539&c=121DC8A5406A1AF9B711D37A85A393D6941812DD&f=130702

147

2 minutos 27 segundos

0

0