4. Los pasteles
Antoñito tiene muy buen corazón; es muy caritativo y hace todo el bien que puede.
Un día le regaló su madre una moneda, y no sabía qué hacer con ella. Pensó comprar un trompo; pero ya lo tenía. Comprar una cajita con soldaditos de plomo no podía ser: no era suficiente la moneda que le regaló su madre.
Se decidió por comprar unos pastelitos en una confitería, y por su moneda le dieron dos pastelitos.