Titulo - Autor
00:00 00:00

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

16995

8353

4530

Tomás de Kempis

Autor.aspx?id=263

Imitación de Cristo - Libro III

Capítulo 9

59 Capítulos

ObraVersion.aspx?id=4530

8352

8354

Todas las cosas se deben referir a Dios como a último fin.

1. Hijo, Yo debo ser tu supremo y ultimo fin, si deseas de veras ser feliz.

Con este propósito se purificará tu deseo, que vilmente se abate muchas veces a sí mismo y a las criaturas.

Porque, si en algo te buscas a ti mismo, luego desfalleces y te quedas árido.

Atribúyelo, pues, todo principalmente a Mí, que soy el Dador de todo.

Considera cada cosa como venida del soberano Bien; y por eso todas se han de dirigir a Mí como a su origen.

2. De Mí sacan agua viva, como de fuente viva, el pequeño y el grande, el pobre y el rico. Y los que me sirven de buena voluntad y libremente, recibirán gracia por gracia.

Pero el que quisiere gloriarse fuera de Mí, o deleitarse en algún bien particular, no será confirmado en el verdadero gozo, ni dilatado en su corazón, sino que estará impedido y angustiado de muchas maneras.

Por eso no te apropies cosa buena, ni atribuyas al hombre la virtud; sino refiérelo todo a Dios, sin el cual nada tiene el hombre.

Yo lo di todo: Yo quiero que se me vuelva todo; y con todo rigor exijo que se me den gracias.

3. Esta es la verdad con que se destruye la vanagloria.

Y si la gracia celestial y la caridad verdadera entraren en el alma, no habrá envidia alguna, ni quebranto de corazón, ni te ocupará el amor propio.

La caridad divina lo vence todo, y dilata todas las fuerzas del alma.

Si bien reflexionas, en Mí solo te has de alegrar, y en Mí solo has de esperar; porque nadie es bueno sino solo Dios, el cual es de alabar sobre todas las cosas, y ser bendito en todas ellas.

Audio.aspx?id=8353&c=107AADC6EDB2E6DBD8246C2B2242D29FB08DF5A9&f=160658

228

5 horas 25 minutos

25

0