Oh Mundo, cogí tu flor.
La estreché contra mi corazón y me hirió su espina.
Cuando se oscureció el día la flor estaba mustia, pero el dolor ha persistido.
Oh Mundo, muchas flores renacerán perfumadas y gloriosas.
Pero la hora de coger flores ya ha pasado para mí, y en la noche sombría me falta la rosa; sólo persiste su dolor.