Cansado y desilusionado, prosigo mi viaje. ¿Cómo podría alcanzar el cuerpo la flor que sólo puede tocar el espíritu? Amada, mi corazón desea encontrarte día y noche, como se encuentra la muerte devoradora.
Quiero ser arrastrado por ti como por un huracán. Toma cuanto tengo, destruye mi sueño y llévate mis fantasías. Róbame la vida.
Gracias a esta destrucción, a esta absoluta desnudez de mi alma, convirtámonos en un solo y hermoso ser...
Ay, mi anhelo es inútil. La única esperanza de comunión completa reside en ti, Dios mío.