First Spanish Reader - Anónimo

Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada. Estaba muy cansado y tenía hambre y sed. Pero no tenía dinero. Sin dinero no pudo obtener nada. ¿Cómo obtener dinero para comer?

Se sentó a una mesa. A la mesa estaban sentados dos panaderos que comían y bebían. El jornalero les contaba de sus viajes. Su cuento era muy interesante y ellos lo escuchaban atentamente. Finalmente él les dijo:

—- Propongo una apuesta. Diré tres palabras que Vds. no pueden repetir.

—Es absurdo,—contestaron los panaderos.—Vd. no puede hacerlo.

—¿Cuánto apuestan Vds.?—dijo el jornalero.

—Un duro,—contestaron los panaderos.

El jornalero empezó:—Popocatepetl.—Los panaderos repitieron:—Popocatepetl.—El jornalero dijo:—mercader.—Los panaderos dijeron:—mercader.—Entonces dijo el jornalero con una sonrisa:—error.

Los panaderos meditaron mucho, pero no pudieron hallar su error. El jornalero dijo:

—Ensayemos de nuevo.

—Sí, cierto,—dijeron los panaderos.

El jornalero empezó otra vez y dijo:—hipopótamo.—Los panaderos:—hipopótamo.—El jornalero:—jirafa.—Los panaderos:—jirafa.

—Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa:—error.

Intentáronlo tres o cuatro veces. Después de la cuarta vez los panaderos pagaron el duro, pero preguntaron:

—¿Cuál ha sido nuestro error?

El jornalero dijo:—Nunca han pronunciado Vds. la tercera palabra. La tercera palabra fue cada vez: error. Por eso Vds. han perdido la apuesta.

00:00 03:34

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

16624

299

204

Anónimo

Autor.aspx?id=29

First Spanish Reader

3. Tres palabras

32 Capítulos

ObraVersion.aspx?id=204

298

300

Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada. Estaba muy cansado y tenía hambre y sed. Pero no tenía dinero. Sin dinero no pudo obtener nada. ¿Cómo obtener dinero para comer?

Se sentó a una mesa. A la mesa estaban sentados dos panaderos que comían y bebían. El jornalero les contaba de sus viajes. Su cuento era muy interesante y ellos lo escuchaban atentamente. Finalmente él les dijo:

—- Propongo una apuesta. Diré tres palabras que Vds. no pueden repetir.

—Es absurdo,—contestaron los panaderos.—Vd. no puede hacerlo.

—¿Cuánto apuestan Vds.?—dijo el jornalero.

—Un duro,—contestaron los panaderos.

El jornalero empezó:—Popocatepetl.—Los panaderos repitieron:—Popocatepetl.—El jornalero dijo:—mercader.—Los panaderos dijeron:—mercader.—Entonces dijo el jornalero con una sonrisa:—error.

Los panaderos meditaron mucho, pero no pudieron hallar su error. El jornalero dijo:

—Ensayemos de nuevo.

—Sí, cierto,—dijeron los panaderos.

El jornalero empezó otra vez y dijo:—hipopótamo.—Los panaderos:—hipopótamo.—El jornalero:—jirafa.—Los panaderos:—jirafa.

—Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa:—error.

Intentáronlo tres o cuatro veces. Después de la cuarta vez los panaderos pagaron el duro, pero preguntaron:

—¿Cuál ha sido nuestro error?

El jornalero dijo:—Nunca han pronunciado Vds. la tercera palabra. La tercera palabra fue cada vez: error. Por eso Vds. han perdido la apuesta.

Audio.aspx?id=299&c=D10D6650D28E0D0E919520C9B1699CF1F9752A31&f=170732

214

2 horas 15 minutos

0

0

Esta página web usa cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para gestionar el sitio web, recabar información sobre la utilización del mismo y mejorar nuestros servicios. Más información.