26 de noviembre de 1772
A veces pienso: — "Tu destino no tiene igual: comparados contigo los demás hombres, son felices; porque jamás mortal alguno se vio atormentado como tú." Entonces leo cualquier poeta antiguo, y me parece leer en mi propio corazón. ¿Qué? ¿Aún me queda tanto que padecer? ¿Y antes que yo ha habido ya hombres tan desgraciados?