Titulo - Autor
00:00 00:00

Tamaño de Fuente
Tipografía
Alineación

Velocidad de Reproducción
Reproducir siguiente automáticamente
Modo Noche
Volumen
Compartir
Favorito

14872

2821

1705

Goethe

Autor.aspx?id=217

Las desventuras del joven Werther

Carta 29

95 Capítulos

ObraVersion.aspx?id=1705

2820

2822

8 de agosto de 1771

Te ruego, querido Guillermo, que te persuadas de que no pensaba en ti cuando calificaba de insoportables a los que recomiendan resignación en los males inevitables. Verdaderamente, no me ocurría entonces que tú fueses del mismo parecer. Tienes razón, después de todo, pero escucha una palabra, amigo mío: en el mundo se sale pocas veces de un apuro con una alternativa. Los sentimientos y las acciones tienen tantos matices como gradaciones hay entre una nariz aguileña y otra chata.

No creo que te enojes si, admitiendo tu argumento en todas sus partes, procuro salvarme entre dos supuestos. — "O tienes alguna esperanza respecto a Carlota — me dices, — o no tienes ninguna. En el primer caso, trata de realizar, afánate para ver cumplidos tus deseos; en el segundo caso, ármate de valor y haz por librarte de una pasión funesta que te aniquilará." Amigo mío, eso está muy bien dicho... y se dice pronto.

¿Puedes exigir al desdichado cuya vida se extingue poco a poco por irresistible influjo de una enfermedad lenta, puedes exigir, digo, que en un instante ponga fin a sus dolores con una puñalada? El mal que debilita sus fuerzas, ¿no le quita al tnismo tiempo el valor necesario para librarse de él? Es verdad que puedes contestarme con una comparación análoga. ¿Habrá quien no prefiera cortarse un brazo a arriesgarse a perder la vida por indecisión y cobardía? No lo sé; y como no hemos de entablar una lucha de comparaciones, hago punto. Sí, Guillermo, tengo a veces momentos de un valor súbito y vehemente, y cuando esto sucede, me bastaría saber adonde he de ir... para irme sin vacilar.

Por la noche

Me he encontrado hoy entre las manos mi diario, que lo tengo descuidado hace algún tiempo, y noto con estupefacción el modo que he tenido de avanzar a sabiendas, paso a paso, en este asunto, conduciéndome como un muchacho a pesar de haber visto siempre con claridad mi situación. Hoy mismo la veo clara como la luz, y, sin embargo, no hay un solo síntoma de alivio.

Audio.aspx?id=2821&c=1AF3330780C1F2DFCA494F3F41390DD7A50E3E59&f=200632

259

8 horas 36 minutos

15

0