24 de julio de 1771
Dado el interés que manifiestas en que no descuide el dibujo, casi preferiría callarme a decirte que desde hace mucho tiempo apenas me he ocupado en tal cosa. Jamás he sido tan feliz; jamás me ha impresionado la Naturaleza tan profundamente: hasta una piedrecilla, una brizna de hierba... y, sin embargo, no sé cómo expresarme. ¡Mi imaginación está tan débil! Todo vaga y oscila ante mi de tal modo, que ni siquiera puedo coger un contorno. A pesar de ello me figuro que si tuviese barro o cera modelaría perfectamente cuanto concibo. Si esto dura, me entretendré con barro común, aunque no haga más que bolitas.
Tres veces he comenzado el retrato de Carlota y las tres me ha salido mal. Esto me es tanto más sensible, cuanto que hace poco tiempo tenía yo gran facilidad para sacar el parecido. Así, pues, me he limitado a sacar su perfil, y con eso habré de contentarme.