20 de julio de 1771
Vuestra idea de que me vaya con el embajador de... no es aún la mía. No me gusta depender de nadie, y además sabemos que ese hombre es áspero en su trato. Dices que mi madre se alegrará de verme ocupado. Deja que me ría. ¿No tengo ya bastante quehacer? Y, después de todo, ¿no es lo mismo que yo cuente guisantes que lentejas? Todas las cosas de este mundo vienen a parar en bagatelas, y el que por complacer a los demás, contra su gusto y sin necesidad, se mata corriendo tras la fortuna, los honores u otra cosa cualquiera, es siempre un loco.